PROTAGONISTAS
del libro al streaming

El detrás de escena de la Evita hecha serie y personificada por Oreiro

La novela que Tomás Eloy Martínez publicó en 1995 llegó a las pantallas. El ultraje al cuerpo de Eva Perón sirve de marco para el libro y esta serie, que vuelve a poner en primer plano las pasiones que a setenta años de su muerte genera la figura de este personaje histórico. Filmada en Buenos Aires, “Santa Evita” se estrenó el mismo día en 27 países.

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Contenta. “Me llena de orgullo personificar a una mujer tan fuerte”. | GZA. STAR +

“Estoy emocionada de compartirles el trailer de la nueva y controvertida miniserie que produje. Santa Evita está basada en una historia real que es casi imposible de creerse”, posteó Salma Hayek a fines de junio y esa fue su última publicación hasta hace unas horas que subió en las historias de Instagram, algunos de los comentarios de la prensa internacional sobre la serie y sobre la actuación de su protagonista, Natalia Oreiro

Entre uno y otro posteo, la cuenta de esa red social de la actriz y productora mexicana se convirtió en un ejemplo más de los que sucede y genera la figura de Eva Perón. Desde comentarios laudatorios hasta los que se ubicaron en el otro extremo y en algunos casos, tomaron el término “santa” de manera literal sin comprender por qué el periodista y escritor Tomás Eloy Martínez lo eligió para dar título al libro que publicó en 1995 y que ahora se convirtió en serie. Vale aclarar que de la novela se vendieron unos diez millones de ejemplares y se tradujo en treinta idiomas. 

Si en su momento ese libro generó cierta polémica, incluso entre personajes de todo espectro del peronismo que consideraron una herejía el foco que Martínez eligió para novelar el ultraje al que fue sometido el cadáver de Evita, la presente serie reaviva –al menos en redes sociales– esas pasiones. De hecho hay más de una escena donde la desnudez casi total del cadáver de Eva Perón a varios les resultara algo chocantes pero que potencian esa locura vengativa que unió a quienes tuvieron a cargo esconder el cuerpo para que no se convirtiera en lo que finalmente se convirtió: un mito que trascendió Argentina y que a setenta años de su muerte –se cumplieron el martes de julio–sigue provocando pasiones, fervores y odios, nunca indiferencia.

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En piel de... “Siento mucha emoción, mucho agradecimiento”, dijo Natalia Oreiro en el estreno mundial que se realizó esta semana, con la proyección del primer capítulo de Santa Evita, en el Teatro Colón. “Siento que estamos contando una parte de la historia muy importante. Personificar a una mujer tan fuerte, tan valiente a mí me llena de orgullo y tomé este desafío con una enorme responsabilidad pero sobre todo con mucho corazón. Le di mi cuerpo y mi corazón al personaje.” 

En Argentina, hubo dos “Eva” –de ficción por cierto– que son de referencia por la composición que de ella lograron por un lado Nacha Guevara como el exitoso musical; y Esther Goris, con la película. También hubo otras actrices que en teatro la encarnaron. Pero las dos mencionadas concentran las referencias más usuales. Y por eso, en la primera serie que se hace sobre Eva, había un desafío adicional sumado a que Santa Evita se estrenó el martes 26 de julio en 27 países para una audiencia que, según dijo en la premiere Diego Lerner –CEO de Star+/Disney Latinoamerica–, es de cien millones de hogares que representan a su vez una audiencia de trescientos millones.   

“Componer el personaje fue un proceso de muchos meses, un viaje muy profundo”, explicó Oreiro. “Me acompañaron dos mujeres María Laura Berch y Mariana García, mis dos coachs personales …Fue bucear en la historia de ella, intentar no imitarla por supuesto, porque esto es una interpretación , pero  sí poder mostrar su fortaleza, su fragilidad , su convicción, su dolor también porque ella atraviesa momentos muy difíciles también. Fue una experiencia inolvidable que creo me va a acompañar para siempre (…)  Y tengo mucho orgullo por saber que esta serie se va a ver en todo el mundo. Es algo muy local pero con una impronta internacional. Esa posibilidad de que se vea en todo el mundo da la pauta de la magnitud de la producción y del talento que hay en Argentina para hacer cine, televisión, series...” 

Backstage. Mucho de la serie se filmó en tiempos todavía pandémicos. Se usó material de archivo para algunos momentos históricos, sobre todo los de las movilizaciones masivas que se dieron, por ejemplo, el día del famoso renunciamiento o en el velorio propiamente dicho. Y hay locaciones claves  que se filmaron “se movieron de lugar”. Por ejemplo, la cancha de Huracán –en Parque Patricios– se convirtió en el Luna Park para recrear el famoso acto que se organiza para recolectar fondos para el terremoto de San Juan y donde la liturgia peronista dice que Juan Domingo Perón se enamoró de Eva. Esto en la serie tiene una mirada diferente.  

"Siento que estamos contando una parte muy importante de la historia."

Y en el palacio Sans Souci, en San Fernando, se recreó lo que fue la mansión Unzué donde vivió y murió Evita. Esa propiedad estaba emplazada en donde hoy está la Biblioteca Nacional –en Recoleta– pero quienes derrocaron a Perón en 1955, ordenaron demolerla –hay algunas filmaciones de su fachada en algún archivo– porque temían que se convirtiera en un santuario o lugar de devoción de los peronistas. Algo por demás complicado teniendo en cuenta la violencia política y humana que ejercieron quienes tomaron el poder tras la huida de Perón al Paraguay, primero, y luego a España. Hay también un par de escenas claves filmadas en una de las esquinas del Palacio de Hacienda. En esas imágenes, empieza a cobrar potencia la locura que envolvió a los que tuvieron la misión de esconder el cadáver hasta que termina en un cementerio en Italia, enterrado con otro nombre. Y sobre todo es donde se grafica algo que recorre la novela de Tomás Eloy Martínez y es la aparición de altares con velas y la imagen de Eva, como sello de que la “presencia de la ausencia”.