El rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón, confesó sentirse “aburrido” en su exilio en el emirato de Abu Dhabi durante un reencuentro familiar celebrado este fin de semana en Suiza.
El ex rey se lo dijo a su yerno, Iñaki Urdangarín, en un fiesta por la graduación y la mayoría de edad de una de sus nietas, Irene Urdangarín, hija de la infanta Cristina y del exdeportista. Fue la primera vez que el rey emérito habla con Urdangarin desde que fue condenado a prisión.
Según diversas versiones, Urdangarín se acercó a su suegro para preguntarle por su salud, a lo que el exmonarca dijo que estaba “bien” pero que era “aburrido” vivir en los Emiratos Árabes Unidos. Al parecer fue un reencuentro muy corto, ya que, según testigos, enseguida uno de los hijos de Urdangarín se acercó para restar tensión al momento.
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La celebración en Ginebra fue una de las pocas reuniones familiares a las que asistió el rey, de 85 años, aunque tuvo la notable ausencia de los reyes Felipe VI y Letizia.
La infanta Cristina pidió expresamente a a sus padres Juan Carlos y Sofía, a su hermana Elena y a sus sobrinos Froilán y Victoria Federica de Marichalar que fueran a Suiza para participar de la fiesta.
Cristina e Iñaki Urdangarín quisieron aportar un poco de alegría a su única hija mujer después un año muy complicado por la ruptura del matrimonio y los problemas que existen a la hora de conciliar un acuerdo de divorcio.
Dejando a un lado el complicado proceso de divorcio que estarían lidiando después de que se conociera que Urdangarín estaba en pareja con una abogada, la infanta alojó en su casa de Ginebra a su exmarido y a su exsuegra.
Se dice que la infanta Cristina fue la encargada de organizar el reencuentro del rey Juan Carlos con Iñaki Urdangarín, que estuvo preso después de ser juzgado por corrupción en el desastroso Caso Nóos, que salpicó a la monarquía.
Aunque oficialmente se dice que Juan Carlos I abdicó al trono de España en 2014 porque deseaba que otras generaciones tuvieran su oportunidad, el Caso Nóos fue uno de los detonantes del desprestigio de su reinado.
Juan Carlos I y Urdangarín se reencontraron el viernes por la mañana, antes de la ceremonia de graduación, en el Hotel Four Seasons de Ginebra donde se alojaron el rey emérito y la reina Sofía.
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El “aburrido” exilio del rey Juan Carlos
El rey emérito se fue de España en agosto de 2020 "para no molestar a la Corona", según dijo a una biógrafa. Y sigue allí pese a que la justicia española dio por cerradas las tres causas abiertas en su contra, argumentando que allí había encontrado la "tranquilidad" necesaria para el último tramo de su vida.
Desde que se instaló en Abu Dhabi perseguido por los escándalos, en una partida que provocó una enorme controversia, Juan Carlos de Borbón vive separado de la reina Sofía y no estuvieron juntos en su 60º aniversario de bodas, el año pasado.
Los reyes eméritos solo fueron vistos juntos en contadas ocasiones en el extranjero, como cuando asistieron al funeral de la reina Isabel II y al entierro de Constantino II de Grecia (hermano de Sofía). Juan Carlos I solo regresó a España en dos breves ocasiones, en mayo de 2022 y abril de 2023.
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En la primera visita, Juan Carlos no rehuyó a las cámaras y fue aclamado por la gente, irritando al gobierno de Pedro Sánchez y a quienes creen que debe responder de las sospechas que acarrearon su abdicación en favor de su hijo, Felipe VI, en 2014.
"Explicaciones, ¿de qué?", respondió en aquella ocasión Juan Carlos cuando le preguntaron si iba a dárselas a su hijo. Aquel primer viaje terminó con una reunión en Madrid con su hijo en la que este, según la prensa española, manifestó su incomodidad por lo ocurrido en Sanxenxo.
Solo unas semanas antes, la Fiscalía española había decidido archivar las tres investigaciones relacionadas con la fortuna del monarca pese a haber detectado irregularidades, alegando la inviolabilidad de que disfrutó mientras fue jefe de Estado (1975-2014) y la prescripción de los posibles delitos.
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En su segunda visita, se mantuvo más alejado de la prensa. La Casa Real no se pronunció al respecto y el gobierno de Pedro Sánchez tildó el viaje de “personal” pero reafirmó que el rey emérito debía dar explicaciones a la ciudadanía por los escándalos de los que se lo acusó.
Desde sectores políticos de extrema izquierda, nacionalistas catalanes y vascos criticaron su presencia y pidieron que se le retirara el título de “rey” por “higiene democrática”.
Desde entonces, Juan Carlos, sobre quien circulan rumores sobre problemas de salud serios, mantiene un perfil más bajo del que había ejercido desde que llegó a Abu Dhabi, desde donde con cierta frecuencia hacía llegar a la prensa a través de amigos y personas de su entorno más cercano su deseo de regresar a España.
Ni quiera la publicación de un podcast en el que Corinna zu Sayn Wittengenstein ventiló las intimidades de su relación, entre otras cosas que le prometió ser "Princesa de Borbón" cuando aún era rey si se casaba con él, o cómo se produjo el famoso "regalo" de los 65 millones de euros que investigó la justicia, le hicieron romper su silencio.
ds
