Podemos definir a la creencia como una idea o representación mental que tiene estatuto de verdad para quien adhiera a ella. Las creencias son verdaderas convicciones subjetivas acerca de uno mismo, de los demás, del trabajo, del amor; prácticamente, de todo, y no están sujetas a comprobaciones científicas, y tanto pueden ser convicciones comprobables, como prejuicios. El hecho es que tienen un alto valor, que lo podemos observar en amplias esferas de nuestras vidas; pueden abarcar desde una creencia irreductible en una idea hasta los diferentes criterios para mejorar nuestra calidad de vida. Por ejemplo, no todo el mundo cree en el psicoanálisis, pero aquellos que acceden a conocerlo, a pensarse y a mejorar creerán en los buenos resultados que les aporta. Respetando las diferencias podemos pensar que algo similar sucede con quienes creen en los efectos benéficos de las armonizaciones energéticas; es decir, de aquellas técnicas que apuntan, a través de distintas procedimientos, a que progresivamente vayan logrando recuperar un equilibrio perdido, y que parten de la base de que existen campos energéticos desajustados, momento en que deciden solicitar una limpieza, que tanto puede ser para una curación o de sanación. De modo que mediante la aplicación de dichas técnicas se aspira a lograr una armonización psicofísica.
*Psicoanalista, miembro didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).