“Han pasado 93 años y los recuerdos se agolpan, se mezclan, se distorsionan”, comenzó diciendo Héctor Alterio en el homenaje que el Ministerio de Cultural nacional le hizo en la cúpula del CCK para declararlo Personalidad Emérita de la Cultura. “Veo un muchachito flacucho y narigón andando en bicicleta por el barrio de Chacarita, que encontró el modo de hacerse un lugar en ese vasto mundo haciendo que la gente se divierta con sus payasadas. Y así fue como los personajes me ayudaron a encubrir la timidez y lo siguen haciendo”.
El actor, radicado en España desde hace cuatro décadas, está de visita en Argentina para realizar una serie de actuaciones con A Buenos Aires, un espectáculo que marca su despedida de los escenarios. Sus palabras incluyeron un poema de León Felipe que, según dijo, eligió Tita, su esposa, también presente, y con un sutil tono de quien supone relata una anécdota repetida, recordó que “no sé si saben que tuve un tío que fue un gran arquero de fútbol. Espero que como él, pueda atajar varios penales todavía y seguir jugando todo lo que pueda”.
Irónico. La frase “La puta que vale la pena estar vivo”que Alterio dice en dice en Caballos salvajes es la frase que más lo acerca a cierta juventud que vio, a mediados de los años noventa, esa famosa película de Marcelo Piñeyro. Pero la carrera de este actor que es referente de muchos, acumula un listado de películas tanto en Argentina como en España. Incluso es quien más veces estuvo en elenco –o como protagonista– de filmes que compitieron por el Oscar a la mejor película extranjera. A saber La tregua, Camila, La historia oficial, y El hijo de la novia.
Fue precisamente en esta última donde hizo dupla con Ricardo Darín. Él fue quien se ubicó en primera fila para acompañar el homenaje en el CCK que tuvo esa emotividad justa que generó en Alterio y los demás momentos de mucho emoción y también de alta ironía como cuando él mismo dijo: Estoy contento de lo que he vivido. Dicen y es verdad, que estoy en tiempo de descuento”.