A seis meses de la muerte de Bartolomé Mitre, la tensión define el clima en la disputa por la herencia. Y la designación de la Justicia de poner un veedor externo para seguir y controlar la complicada sucesión agregó aún más tensión y modificó el tablero familiar. Esto es, por un lado, los tres hijos mayores junto con Nequi Galotti y su hijo; por el otro, Esmeralda Mitre.
Esta última, Esmeralda Mitre, fue quien impulsó judicialmente el pedido del veedor externo. La Justicia falló a su favor. El resto de los herederos se abroquelaron para impugnarlo. Y fue la doctora Paulina Gowland, abogada de Dolores, Rosario y Bartolomé (hijo) -además de ser apoderada de La Nación y pariente directa de un director y accionista del diario-, quien argumentó que Bartolomé Mitre legó un "pobre patrimonio" y que un veedor externo no era necesario y que además sumaría un gasto adicional a lo que ya insume la discutida sucesión a los herederos.
La calificación de "patrimonio pobre" para inhabilitar el ingreso del veedor externo encendió nuevas alarmas y sospechas sobre la intención de ocultamiento del patrimonio en disputa. "Un ruido de palabras que a la luz de los hechos generan más dudas que certezas, sobre un proceso que entre bienes tales como campos, inmuebles, 23 por ciento de las acciones de La Nación (5,75% a nombre de Bartolome Mitre y el resto a nombre de KMB SA*) , autos, obras de arte, cuentas en el exterior, mobiliario, amerita mínimamente la presencia de un veedor", cierra el escrito que presentó Santiago Yofre, abogado de Esmeralda Mitre. (* KMB SA es Kinucha Mitre Bartolomé, una sociedad que el fallecido director de La Nación armó con Kinucha, una de sus dos hermanas).
Dicho escrito ante la Justicia fue para reforzar la necesidad del veedor externo y para desarticular la calificación de "patrimonio pobre" que esgrimió la abogada Gowland. Si se compara las fortunas de los diez apellidos argentinos que Forbes publicó este 2020, es cierto que la de Bartolomé Mitre está a una distancia considerable. Y hablar de "patrimonio pobre" es algo excesivo.
En el escrito se detallan algunos bienes, una cuenta en Estados Unidos con un monto discreto; se menciona el pedido de informe de otras posibles cuentas en el extranjero, y además la demora en la entrega de los inventarios de bienes en dos propiedades. A su vez, justificar la falta de idoneidad profesional de Nequi Galotti para ser la administradora de la sucesión. Cabe aclarar que los hijos mayores, respaldan que ella lo sea.
También hay un detalle que se destaca en el escrito y tiene que ver con un grupo de las acciones de La Nación que pertenecen a Bartolomé Mitre. Esto es, el abogado de Esmeralda Mitre apunta a que la abogada de los tres hijos mayores, modificó a la baja un porcentaje de las mismas. Según reza en el texto, la doctora Paulina Gowland "reduce la tenencia accionaria del causante (B.Mitre) del 5% -nosotros (abogado de E.Mitre) acreditamos que es el 5,72%- al 1, 87% sin motivo alguno"; cuando dicha abogada en un pedido de informe previa había informado que el fallecido director de La Nación tenía a su nombre el 5% de esas acciones y "no el 1,87% como malamente pretende sostener ahora (…) Recordemos que el valor aproximado de la diferencia mencionada (de 5,72% a 1,87 % ) podría ser de aproximadamente U$S 4.000.000."
Tres cuentas en el exterior están en el pedido de informes a bancos de Suiza.
Asimismo apunta en el texto el abogado Santiago Yofre que "no surgen del Boletín Oficial posteriores aumentos de capital que hayan licuado la posición accionaria del causante (B.Mitre), ni constancia de venta alguna, razón por la que, o es falso lo sostenido en este punto (N. de la R: sería falso que hubiera 1,87 % y no 5% de acciones) , o hubo una venta reciente de acciones, que habría sido altamente onerosa y que la actual administradora (Nequi Galotti) debería conocer, y el derrotero de esos fondos debería resultar materia de puntual investigación".
Así las cosas, a la tensión entre los herederos de Bartolomé Mitre, se empiezan a sumar otras de personajes que tuvieron relación directa con el fallecido empresario por razones estatutarias. Y el concepto "ocultamiento de bienes" por motivos que afectarían a propios y a ajenos, preanuncian no una batalla sino ya un guerra legal prolongada.
EI/FF
