Lo suyo no fue solamente moverse desde el hotel hasta el escenario del Lollapalooza donde fue una de las bandas más esperadas del mencionado festival. En este nuevo viaje a Buenos Aires, Anthony Kiedis quiso interactuar con la Ciudad y recorrerla lo más posible. Y en los casi cuatro días que estuvo, el líder de los Red Hot Chili Peppers tuvo una activa agenda con algunas salidas organizadas de manera espontánea. Así, en el primer día, le ofrecieron estar en un desfile media hora antes de que comience y aceptó sin dudarlo. Como solo el diseñador –Martín Churba– fue alertado de su llegada, Kiedis pasó inadvertido hasta que el mismo hubo terminado y evitar así ser fotografiado mientras las modelos caminaban la pasarela. Esa misma noche, se sumó a cantar el Cumpleaños Feliz de una diseñadora joven que estaba celebrando en Pony Line, el bar del Four Seasons, hotel donde se alojó Kiedis. Después llegó el momento estrictamente profesional, es decir, prueba de sonido y actuar. Pero fue camino a San Isidro cuando desde la Autopista observó esa “escenografía” que es la Villa 31 vista desde esa arteria. Eso le resultó tan contrastante con los edificios que lindan con la misma; curioso preguntó qué era e incluso al regresar del show consultó a gente de la organización del festival musical qué más sabían del lugar y se sorprendió que ninguno de ellos la hubiera visitado. Al día siguiente y como al pasar, hizo lo mismo con la anfitriona turística que Kiedis tenía asignada y, experta en personajes como él, ella comprendió que él quería visitar la Villa 31. Así que organizó con Augusto Rodríguez Larreta y Diego Fernández (quien dirige el proyecto Villa 31) el recorrido.
Así, el día previo a viajar a Río de Janeiro, Kiedis y un fotógrafo que realizó varios videos para los Red Hot... caminaron esa zona, sacaron fotos, conversaron con algunos habitantes y hasta hubieran almorzado en el restaurante peruano que hay allí, pero estaba cerrado. Pero ese lugar no fue el único que recorrió Kiedis. Estuvo en el Museo de Arte Moderno durante la preapertura de la expo de Aldo Sessa y enterado de que Jean Paul Gaultier estaba en Buenos Aires, se encontró con él en la Embajada de Francia.
