No sería inapropiado decir que Vetusta Morla es la banda de rock española más grande de los últimos años. Con su última gira Mismo Sitio, Distinto lugar se ganaron ese galardón, dando cátedra de cómo las canciones se pueden plasmar en el vivo, casi volviéndolas a inventar. Luego llegó el tiempo de grabar Cable a Tierra, su flamante disco, nominado en tres categorías de los premios Grammy 2023. En diciembre último sumaron un tercer álbum en directo, Bailando hasta el apagón: el registro del concierto ofrecido el 24 de diciembre en el Estadio Metropolitano de Madrid ante 35 mil personas, y con el argentino Wos como uno de los músicos invitados. Ahora, Vetusta Morla está en Argentina y ayer viernes se presentó en Buenos Aires, en el Complejo C Art Media y el domingo será una de las ofertas internacionales del Cosquín Rock, en Córdoba. “Con Argentina tenemos una relación de hace ya muchos años”, dijo a PERFIL Pucho, el vocalista de la banda. “Pero esta vez es especial, por toda la locura que se vivió en el último tiempo en Argentina, con el tema del Mundial y bueno, quizás también algunas cosas no tan buenas y alegres a nivel político. Pero siempre es un gusto volver, para tomarle el pulso a un país que nos gusta mucho. Y nos interesa esta versión rockera del Cosquín”.
El nuevo disco incluye un sinnúmero de ritmos, muchos de América Latina. “Nosotros hemos escuchado mucha música a lo largo de nuestra vida”, explica Pucho a PERFIL. “Y nosotros lo que hemos hecho en Cable a tierra, básicamente es volcar una parte de lo que habita en nosotros, y permitimos que aflore en forma de ritmos y melodías. Eso se sintetiza un poco, por ejemplo, en La virgen de la humanidad, que es un collage de ritmos y referencias, entre ellas una a Charly García. Además, es el producto del trabajo durante la pandemia y durante Filomena, una gran tormenta de nieve que hubo en Madrid. Encerrados en nuestras casas, creo que tomamos dimensión de lo pequeños que éramos; fue una experiencia de fragilidad. Y a medida que íbamos haciendo las canciones nos dimos cuenta de que algo estaba pasando con ellas y ese algo no es solamente un rejunte de folklores: el disco también tiene nuestra esencia, nuestra manera de entender el pop. Nuestro bagaje viene de muchos lugares y esos lugares convergen, en muchas ocasiones. Me acuerdo, de hecho, que cuando lanzamos Finisterre, que es una canción que parte de un ritmo de panaderas que se usaba antiguamente para amasar el pan, en la zona de Castilla y León, nos llegaron mensajes del norte de Argentina, donde decían que ese ritmo era de allá. Y es genial porque de eso se trata el cable a tierra del que hablamos. Es como si hubiera un cable que, de alguna manera, aunara todos los ritmos folklóricos.”
Para el vocalista de Vetusta Morla el rock es la manera de comunicar su música. Y lo interesante de cuando toman otras vertientes sonoras es traducirla ritmos al lenguaje del grupo. “Todos los elementos que hemos investigado son el germen de nuestras canciones”, finaliza.
