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Lanata, en la radio: regreso con cuidados especiales

Retomó su actividad a tres semanas del trasplante de riñón. Por prevención, sus compañeros no pueden tocarlo, besarlo o incluso usar su micrófono.

Barbijo. Tiene que usarlo todo el tiempo. Así se lo vio ayer al ingresar a Radio Mitre para trabajar.
| Cedoc Perfil

“Nueve, diez... Esto es un quirófano, el quirófano es la realidad objetiva. ¿Cómo hago para convencer al kirchnerismo duro de dónde está la realidad objetiva y dónde está la mentira?”. Esa fue la última frase que dijo antes de que la anestesia lo deje totalmente dormido. Ya en su casa, luego de un corto posoperatorio, tuvo reuniones, trabajó en un nuevo proyecto y programó su vuelta a la tevé.

Desconectarse de la actividad profesional parece imposible para él. De hecho, ayer, y a sólo tres semanas de convertirse en el primer trasplantado a través de una donación de órganos cruzada, Jorge Lanata volvió a Radio Mitre a hacer su programa, Lanata sin filtro.

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“Estoy muy entusiasmado”, sentenció. Y a la hora de explicar su pronto regreso argumentó sentirse bien. “¿Si estoy para laburar? Qué sé yo... El médico sabe que estoy acá. Me dijo que mientras esté en un ambiente más o menos estéril... No estoy fumando y no voy a fumar más, no puedo. Y no puedo comer nada crudo, no me puedo agarrar ninguna infección”, dijo contento apenas entró a la radio mientras afuera algunos seguidores le hacían el aguante con carteles. Aunque aclaró: “Estoy bien, recuperándome. Tampoco estoy para correr los cien metros llanos”.

De hecho, pese a que su llegada estaba prevista para las 8.55, el conductor –que en los pasillos decía: “Volví porque no aguantaba más en casa”– arribó en un auto con chofer recién a las diez y se quedó hasta las dos de la tarde, el final del programa. Su retraso se debió a que tuvo que pasar por la Fundación Favaloro a que le dieran antibióticos. Su mujer, Sara Stewart Brown, lo acompañó a la radio y se fue a su casa. Sin embargo, ni ella ni Bárbara, la hija mayor del conductor, escucharon el programa “del regreso” debido a compromisos laborales. Incluso, Bárbara dijo a PERFIL que no ve a su papá desde hace dos semanas porque tiene unas anginas que le impiden acercarse a él. “Hoy a las 6 de la mañana estaba en Favaloro. Ahora tengo tres riñones. Todavía no me sacaron los puntos, estamos lejos de eso. Estoy muy inmunodeprimido. Me agarré bastantes virus y cosas, por eso me están dando muchos antibióticos”, explicó Lanata, que llegó con un barbijo puesto tal como le recomendaron los médicos para evitar infecciones. Por eso, la radio tomó medidas higiénicas.

Día D.“La reinserción laboral depende de cada paciente. Recomendamos que al menos el primer mes no sea continua ni plena. Pero aquellos que quieran volver al trabajo, si las condiciones son las adecuadas, pueden hacerlo. Esto quiere decir que haya asepsia, que evite estar en lugares cerrados con gente que pueda infectarlo y que no involucre la pared abdominal. La vuelta a la rutina también ayuda a la recuperación. En algunas personas, el no hacer nada estresa más que el hacer”, explicó a PERFIL Pablo Raffaele, el médico que coordinó la operación de Lanata. Para cumplir con estas pautas, la radio, bajo la supervisión de la ex esposa y productora Andrea Rodríguez, tomó algunas medidas. El estudio de radio se limpia y airea antes de que él llegue; todos deben utilizar alcohol en gel; nadie puede ir si está enfermo o siquiera resfriado; Jorge lleva su propia gomaespuma para el micrófono que usa y éste se esteriliza todos los días; y nadie puede usar sus tazas ni darle un beso o la mano, y deben guardar distancia física.