Uno detrás de cámaras; el otro, delante aunque también escribe y produce. Ernesto y Santiago Korovsky son tío y sobrino. Y ambos trabajan en el universo audiovisual. Ernesto comenzó con Juana Molina en el ciclo ya de culto Juana y sus hermanas. De ahí hasta Cien días para enamorarse, llevan su firma –en equipo con las de Silvina Fredjkes y Alejandro Quesada– los guiones de todos los productos de la factoría de Underground, como Educando a Nina, Viudas e hijos del rock and roll, Graduados. También otros títulos que forman parte de la historia de la televisión como Gasoleros, El sodero de mi vida, 90-60-90 y las lista sigue.
Y su sobrino Santiago Korovsky hace tiempo viene produciendo contenido audiovisual delante y detrás de las cámaras y usando varias plataformas. Pero hace unos días, su nombre se hizo masivo por “Sombrilla”, el personaje que interpreta en Casi feliz, la serie que escribió y protagonizó Sebastián Wainraich. Una producción que Netflix estrenó el 1° de mayo y a los tres días se ubicó en Argentina entre las diez más vistas.
Paradojas del marketing, el brochure de prensa de Casi feliz incluyó solamente fotos de Wainraich con los famosos invitados que participaron. Ninguna de Santiago “Sombrilla” Korovsky. Y sin embargo, con su personaje se consagró. Sombrilla es el productor de radio de Wainraich, también su confidente y por momentos, un álter ego accidental. Y a esa repercusión vino la amplificación que Marcelo Tinelli consigue con un tuit sin usar siquiera los 240 caracteres. “Excelente actor @SantiKorovsk #CasiFeliz”, posteó el conductor y las repercursión de su trabajo avanzó más casilleros.
“Empecé a ser fanático de él porque alrededor mío me empezaron a hablar de él y me alegré”, dice Ernesto Korovsky a PERFIL. “Hace unos meses, Nancy Duplaá me manda una foto junto a Santiago para contarme que estaban grabando con El reino, la serie de Marcelo Piñeiro y Claudia Piñeiro para Netflix. “Santiago hace rato anda en los medios audiovisuales pero empezó e hizo su camino bastante solo, no le di consejos. Hizo la carrera de comunicación, yo no hice ninguna. Yo trabajo como autor en una industria muy particular. Hoy hay plataformas alternativas que cuando yo empecé no existían”.
Si bien es cierto que se mueve en las nuevas plataformas, Santiago Korovsky es contundente respecto de su tío. “Es de los mejores guionistas de los últimos años de la televisión y es una referencia”, dice Sombrilla a PERFIL. “Para mí en la telecomedia diaria y en una serie para una plataforma, hay un lenguaje común. Yo lo consulto, tiene una mirada que me suma mucho. Yo actúo, dirijo y escribo pero no tengo oficio de guionista. Le llevé a mi tío el guion de la serie que estoy escribiendo y me dio una devolución que me sirvió mucho”.
“Soy fan de mi tío”, continúa Santiago Korovsky. “Soy de la generación que creció con personajes de la tele que queríamos tener en la vida real. Fui fan de Gasoleros y quería tener una Roxy (el personaje de Mercedes Morán), veíamos con mi hermana R.R.D.T. (serie de Pol-ka de 1997) y cuando terminaba un capítulo lo llamábamos para saber qué pasaba con tal o cuál personaje. Y también a veces íbamos al set”.
De lenguaje menos expansivo, Ernesto Korovsky dice a PERFIL: “Había visto algo de él que me había gustado, hecho de manera muy profesional y me di cuenta de que se lo iban a sacar de las manos”. La “producción cultural” es algo presente en la familia Korovsky. Santiago tiene a su tío guionista, su bisabuelo fue escritor; a los 70 años su abuela se puso a escribir, y su hermana Daniela es actriz, hizo participaciones en algunas tiras de su tío, y cuando pase la cuarentena estrena Todos los días estoy aburrida y lloro, una con la que ganó un premio del Fondo Nacional de las Artes.
Santiago suele trabajar en producciones con la misma gente, Martín Piroyansky, Martín Garabal, Gastón Gordón, Demián Rochweger, Iair Said e Ignacio Sánchez Mestre. Y entre ellos van intercambiando los roles. Mientras se decide si Casi feliz tiene una segunda parte, Santiago trabaja en una miniserie de guion propio.