Luego del éxito que tuvo la serie sobre su vida en Latinoamérica y, especialmente, en Argentina los fanáticos de Luis Miguel solo esperaban una cosa: su regreso al país. El artista no venía desde noviembre de 2015 y la noticia de su vuelta generó tal furor que las entradas para sus conciertos en Córdoba y Buenos Aires se agotaron en cuestión de días. El viernes por la noche realizó la primera función y ayer la segunda en un Campo Argentino de Polo repleto de personas que disfrutaron de sus clásicas canciones.
Cerca de 40 mil espectadores en cada show cantaron y bailaron con temas como Si te vas, Suave, Culpable o no, Hasta que me olvides y Será que no me amas. Los hits llegaron uno detrás del otro y él realizó varios enganchados de canciones lentas con otras más movidas para que el público lo acompañara durante las casi dos horas que duraron los recitales.
A Luismi se lo vio de buen humor y simpático. En distintos momentos interactuó con sus fans a través de miradas cómplices y distintas acciones. Al principio tiró papeles a los que más cerca estaban del escenario, también pateó las clásicas pelotas gigantes y por último repartió algunas rosas blancas.
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“Estuvo impecable y mantiene su voz maravillosa. El lugar estuvo repleto y no entraba ni un alfiler. La verdad durante un rato perdí la noción del tiempo y para una que le gusta pareció corto pero no lo fue. Es una locura lo que genera este hombre”, explicó a PERFIL Jorgelina Guerreño, del club oficial de fans Tengo Todo Excepto a Ti. Durante la presentación el cantante tuvo tres cambios de look y el único “pasaje de tensión” se dio durante el primer show cuando tuvo un entredicho de palabras con el sonidista porque algo no estaba saliendo como él quería. Mientras el público continuó coreando el tema que sonaba, él fue a uno de los laterales del escenario y pidió que lo solucionaran. Si bien se lo vio algo molesto durante esos minutos, volvió con una sonrisa y continuó como si nada hubiese ocurrido.
Una vez que las presentaciones terminaron, los encargados del lugar prepararon un espacio para la salida del cantante donde el público podía esperarlo. Cuando el auto que lo transportaba hasta el hotel pasó por allí, él salió por una de las puertas y saludó a quienes estaban en el lugar. Muchos llegaron a tocarlo y él con una sonrisa agradeció los gestos de cariño.
De esta manera finalizó el paso de Luis Miguel por Argentina. Su estadía fue intensa y lo llevó primero a Córdoba y después a Buenos Aires para que cerca de 90 mil personas disfrutaran de los tres conciertos que dio. En su paso por la capital se hizo tiempo para ir a comer a lugares tradicionales aunque no se lo vio salir hasta altas horas de la madrugada sino que prefirió estar concentrado en el trabajo y en su novia, la corista Mollie Gould. Ambos se hospedaron en el Faena y uno de los pedidos que hizo fue que le instalaran una cama solar solo para él.
Aún no se sabe cuándo dejará el país, pero su próxima parada es Paraguay, donde dará un show el próximo jueves. Por lo tanto podría irse hoy mismo o extender su paso algunos días más. Mientras tanto, directores y guionistas de Netflix trabajan en la segunda temporada de la serie. Aún no trascendió qué sucederá en los nuevos capítulos o qué años se abordarán, pero hay mucha expectativa por conocer más detalles de su vida privada, además de seguir facturando con lo que fue uno de los grandes éxitos de 2018 para él y la plataforma de streaming.
