Malena Nelson Hunter de Blaquier, viuda de Silvestre Blaquier, es una de las mujeres que han quedado en los anales de la historia argentina por su impactante belleza.
Describieron su perfil como de "una belleza helénica, griega". Y justamente fue Felipe de Edimburgo, alemán por parte de padre y griego por parte de madre, uno de los que quedaron prendados de ese encanto. En 1962, el duque de Windsor visitaba la Argentina por negocios. En esos momentos gobernaba Frondizi y un grupo de militares gestaban una revuelta. Ante los rumores, decidieron llevarlo unos días a La Concepción, la estancia de los Blaquier en Lobos, santuario del polo.
Los memoriosos recuerdan que trabaron muy buena relación y que Malena viajó a Windsor en reiteradas ocasiones. "Por el polo", la excusa perfecta. Ella murió también longeva, a los 100 años en 2016.
La historia de la familia Blaquier se remonta a a mediados de siglo XIX, en Lobos. Allí fundaron la estancia “La Concepción” Juan Blaquier y Sagastizábal y Agustina Oromí Escalada, cuñada del General San Martín. El matrimonio tuvo nueve hijos. Uno de ellos fue Juan José Blaquier Oromí, quien se casó con la heredera de una de las mayores fortunas del país, Amalia Valentina Anchorena Castellanos.
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Ella fue quien patrocinó la construcción de la Basílica del Santísimo Sacramento (hoy la Iglesia más top de Buenos Aires) y heredó el Palacio Anchorena. Pero el destino tuvo un final prematuro para ella y murió joven sin dejar descendencia alguna.
Juan José Blaquier volvió a casarse, esta vez con Mercedes de Elizalde Leal, hija de Rufino de Elizalde, ministro de Mitre. Adquirieron una mansión en la Avenida Alvear. Tuvieron un único hijo: Juan José Silvestre Blaquier.
Al crecer, Juan José Silvestre se ganó el apodo de “El pibe de oro” porque se decía que lo tenía todo: buen mozo, adinerado, seductor, destacado en el polo y en el tenis”. Era codiciado por todas las mujeres pero 1937 se casó con la más bella: Magdalena “Malena” Nelson Hunter.
En esa época, los casamientos de la alta sociedad se comentaban en la radio y el enlace entre estos dos cuasi-príncipes no fue la excepción. Malena había sido vestida por la modista más famosa de la época (Henriette) y su cortejo estaba compuesto por 16 personas. La pareja tuvo nueve hijos: Mercedes, Juan José, Malenita, Dolores, Teresa, Agustina, Eduardo, Marina y Julia Elena Blaquier.
Malena Nelson de Blaquier, la mujer más distinguida del país
El escritor Ovidio Lagos recuerda a Malena Nelson Hunter, que era conocida de su madre. "Era la mujer más linda de la Argentina. Tenía una belleza helénica, griega. Fue una mujer socialmente descollante pero intelectualmente no. Era el referente de la madre y la anfitriona perfecta. Además de ser bonita, venía en un estuche maravilloso".
Silvestre era un poderoso terrateniente y en los años ‘50 se convirtió en el presidente de la Sociedad Rural. Su estancia, La Concepción, era de gran atractivo para todas las personas de la alta sociedad. No sólo se jugaba allí al polo sino que se podía ver a las hermanas Blaquier, las mujeres más codiciadas de la sociedad. Malena Nelson de Blaquier lució allí su belleza y distinción ante personalidades como el príncipe Felipe de Edimburgo, Edward Kennedy, Henry Ford y Nelson Rockefeller.
Silvestre era aventurero y además tenía fama de donjuán. A los 43 años, desapareció en aguas de América Central cuando venía piloteando un avión desde Estados Unidos. Desde su muerte, su mujer se vinculó sentimentalmente con algunos hombres más jóvenes que ella como el corredor de autos Larry Rodríguez Larreta, veinte años menor, y Diego Jimmy Dodero.