La reina tuvo su mejor regalo: una pizca de su cultura argentina. Ayer, Máxima Zorreguieta celebró su cumpleaños 42 y el primero como reina de Holanda. Según trascendió, para celebrarlo, el bandoneonista Carel Kraayenhof, tocó en su honor Adiós Nonino, la inmortal composición de Astor Piazzolla que también se interpretó en su casamiento con el entonces príncipe
Guillermo y que ella escuchó con lágrimas en los ojos porque es el tema preferido de su padre Jorge. Kraayenhof también fue quien ejecutó ese tango el 2 de febrero de 2002.
Esta vez, el bandoneonista fue acompañado por el pianista argentino Juan Pablo Dobal. Juntos interpretaron, según consignó al cierre de esta edición la agencia EFE, un repertorio que duró una hora. El concierto se produjo a las 15 horas de Amsterdam, en la iglesia Nieuwe Kerk, la misma donde hace 17 días se realizó la entronización de Máxima y Guillermo y donde, en los días posteriores, el público tuvo acceso a recorrerla con la decoración de ese histórico día y con los atuendos de los flamantes monarcas exhibidos.
El cumpleaños de Máxima coincidió con el fallecimiento de Jorge Rafael Videla en Buenos Aires. En Holanda ésta fue una noticia que tocó de cerca a los argentinos que viven allí, muchos de los que tienen presente que el padre de Máxima, Jorge Zorreguieta, fue el ministro de Agricultura durante la dictadura del genocida fallecido ayer por la mañana. De todas formas, los diarios holandeses de ayer hicieron una pequeña mención al aniversario de Máxima. El matutino Metro, por ejemplo, publicó un destacado con una foto de ella y un texto que decía: “A las 5:30 salió el sol, a partir de ahora puedes colgar tu bandera. Máxima cumple años”.
Para los 40 años de la entonces princesa, se había hecho un documental donde se la mostró en sus diversas facetas: como madre de tres niñas, esposa del futuro rey de Holanda y sus actividades profesionales como asesora del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
Desde que Máxima es reina se mantiene ocupada con la actividad oficial. El jueves pasado participó junto a su esposo de un acto donde otorgaron las Manzanitas de
Orange, unos premios a proyectos sociales que deben caracterizarse por su innovación, relevancia y trascendencia en la sociedad holandesa. El galardón consiste en una estatua de bronce y 15 mil euros en efectivo.
Por la noche, asistió en La Haya a la cena del congreso The International Day Against Homophobia (Día Internacional contra la Homofobia), donde se tratan y exponen los desarrollos internacionales en el área de derechos homosexuales.
Padres. La semana pasada corrió el rumor de que sus padres, Jorge Zorreguieta y María del Carmen Carricart, acompañarían a su hija en este cumpleaños ya que ella había decidido que no participaran de la ceremonia de entronización por tratarse de un acto de gobierno y, según se estipuló desde su boda, ellos no pueden asistir a actos oficiales en Holanda.
Como es conducta en la familia de Máxima, ellos no respondieron sobre si irían o no. Pero la incógnita quedó develada el jueves por la noche cuando ambos, Jorge y María del Carmen, asistieron a la cena por el trigésimo aniversario de la Asociación Conciencia, en La Rural, invitados por una de las fundadoras de dicha organización que, además, es amiga de la familia y son vecinos de Máxima en Villa La Angostura. Fue en ocasión de esta cena donde algunos políticos, como Felipe Solá, se acercaron efusivamente a saludar a Jorge por la asunción de Máxima al trono.
