Alguna vez alguien dijo que Wanda Nara, a los 16 años, ya estaba estudiando cómo era eso de la gramática del escándalo televisado. No se equivocaba: bastaron un par de tapas de revistas para que se presentara al mundo, primero como la chica virgen y luego, como la novia de Diego Maradona. Wanda no era virgen y a Maradona sólo lo había cruzado en un hotel.
Pasó exactamente una década de aquellos primeros pasos que le sirvieron para escalar en el ambiente del escándalo. Las cosas no sólo sucedieron muy rápido en su vida, sino que pasó todo junto: justo cuando estaba conociendo a Maximiliano López –el hombre del que se enamoró perdidamente para seguirlo adonde fuera a jugar al fútbol y por el que llegó a abandonar los contratos que le ofrecía Marcelo Tinelli– apareció un video suyo teniendo sexo oral. Pero a Wanda no le importó, fue por otro sueño: el de formar una familia. Y lo hizo, justamente, con un jugador de fútbol.
Ecuación compleja para varias mujeres como ella que llevan consigo ese mote: botineras. En tiempos donde el candelero está que arde con la separación del Kun Agüero y Gianinna Maradona, y donde el propio Diego se pasea con su nueva novia por Europa, a tan sólo un mes de haber sido padre de un hijo con su ya ex pareja, Verónica Ojeda, los cinco años de matrimonio de Wanda y una familia bien conformada parecen un oasis.
Sin embargo, la polémica parece ser una constante en su vida: esta semana publicó un video para “apoyar” a Karina, la Princesita, en su flamante relación con el futbolista del Manchester City. La rubia aparece manejando su auto junto a dos amigas, y de fondo suena el tema Jamás, de la cantante. “Bienvenida al mundo botineril. Love love y más love”, escribió Wanda al pie del video.
Ahora, en comunicación telefónica con PERFIL, Wanda habla sobre el mundo que ella conoce como nadie mientras de fondo se escucha la voz de su hijo, Constantino, a quien acaba de pasar a buscar por el jardín. Cae la tarde en Génova, Italia, y la mujer que alguna vez hizo 37 puntos de rating por caerse en una pista sobre hielo charla en el taxi sobre cómo le fue en la escuela al pequeño. En su casa los esperan Valentino y Benedicto, sus otros dos hijos.
—Las demás parejas se separan y ahora vos y Maxi quieren festejar nuevamente su casamiento.
—¡Sí! Porque fue todo muy rápido. Y la vida junto a un jugador es muy intensa. Queremos volver a celebrar nuestro amor.
—Dentro del mundo de las botineras pareciera que saliste bien parada. ¿Te considerás la más inteligente del grupo?
—Sí, creo que actué inteligentemente siempre, aun cuando fue el boom de mi carrera y decidí a los nueve meses casarme y largar todo. Lo mío es una excepción, pero como dice la canción de Arjona, “¿Vos sabés las veces que armé las valijas y pensé en volverme?”.
—¿Te pasó mucho?
—No tuvo que ver con Maxi, sino con el hecho de extrañar a la familia. Hay chicas que piensan que esto es Disney pero no se bancarían esta vida. Yo siempre dije que si tenía hijos quería que sea en el seno de una familia. Igual es raro, tengo amigas solteras que me dicen que tendrían un hijo pero no se casarían. ¡Un hijo te ata más!
—¿Cual es el secreto para mantener la pareja?
—Hay que remarla todo el tiempo. Mi secreto es que yo confío en él. Yo sé que jamás lo engañaría porque no podría vivir en base a una mentira
—¿Perdonarías una infidelidad?
—No, no lo haría, creo que Maxi tampoco. Ojo, tampoco actuaría de forma despechada: me casé pensando en tener una familia, no en el dinero que podría sacarle a alguien.
—¿Qué pensás del caso de Giannina Maradona y Kun Agüero?
—A mí lo que me importa es que si hay una criatura en el medio no sufra, después lo que tenga que ver con la pareja es otra cosa. Yo antes de decidir romper mi familia lo pensaría cien mil veces. De ella me dijeron que es muy buena madre.
—Subiste un video donde cantás un tema de la nueva novia del Kun y le das la bienvenida al mundo botinero...
—Es un viaje que hice con amigas a la cancha a ver a Maxi a Torino, y bueno, cantamos mil canciones; es de antes de la relación de ellos, creo… (risas). Me encantan los temas de ella.
—En su momento se habló de tu hermana Zaira. Estuvo muy cerca de seguir tus pasos y justo antes de casarse se separó de Diego Forlan. ¿Pensás que se quedó a mitad de cumplir tu sueño?
—Menos mal que no se casó. Tal vez cuando conoció a la persona no le gustó o no le cerraron algunas cosas. Creo que lo conoció a tiempo de no dejar a un hijo sin padre o sin madre.
—Maradona está ahora con una chica de 22 años. ¿Pensás que ella quiere hacerse conocida a costa de él como te pasó alguna vez a vos?
—¡Nooo, es diferente! A mí ni se me vio besándolo y no estuve con él.
—Se te comparó con Mariana Nannis varias veces por los lujos que tenías gracias a la vida con tu marido. ¿Sos como ella?
—No creo, apunto a otras cosas con mis hijos. Ellos van a un colegio normal, no los mando al más caro de Italia. Quiero que se críen en un ambiente normal y que no tengan en casa una tele de cinco paredes. Ella dice que nunca fue a ver jugar a su marido y yo cada vez que puedo me muero por ir a verlo. El se emociona y me busca en la platea.
—Bueno, pero convengamos que te hemos visto en fotos con carteras de Chanel o Hermès, por ejemplo.
—Yo siempre me vestí bien. En Europa sucede que tenés marcas que en Argentina no están. Aparece una cartera y enseguida la tienen todas las mujeres. Cuando Maxi se fue al Milan por seis meses ahí si fue como vivir en las nubes, lo trataban como a un dios. Venía todo el tiempo con bolsas y bolsas de Dolce&Gabbana. En esa época sí, ¡creo que Maxi casi me mata! (risas).
—Una vez dijiste que a los jugadores hay que “tenerlos cortitos”.
—A ver: Maxi tiene mucha exposición, es alto, rubio, de ojos celestes, llama la atención. También hay mucha fantasía: por Twitter una chica decía que mi marido se había tirado de la ventana de casa para no ser pescado in fraganti. Si se tira de la torre donde vivimos ¡se mata! Antes, cuando tenía 20 años, me volvía loca con esos comentarios; ahora ya no.
—¿Hacés catársis con tus amigas?
—Sí, yo no sé cómo hacían las botineras de antes, pero ahora existen el celular y el chat y hablo mucho con Yani Latorre, Caro Baldini (ex esposa de Diego Simeone), Nicole Neumann, Chechu Bonelli, Melina Pitra...
—¿Hay llantos o risas en esas charlas?
—De todo, muchas veces llamé a Caro llorando y dicéndole: “No me aguanto más”. Ella me decía que me relajara, que pensara que estoy acá con mi marido, feliz. Yanina me hace morir de la risa, me dice: “Acá hay cada negruna que quisiera estar en tu lugar. ¡Vos quedate ahí!”. Y eso pasa también acá: no sabés la cantidad de mujeres que van a la puerta del entrenamiento con unos tacos y yo estoy en ojotas con los nenes pues vengo de hacer nebulizaciones. Voy a buscar a Maxi y me dan unas ganas de pasarles por arriba.
—¿Quedan momentos para la intimidad con Maxi?
—Obvio. Mínimo una vez por semana tenemos nuestra salida
—Y por semana, ¿qué promedio sexual?
—(Risas) Maxi me va a matar… bueno: entre tres y cuatro veces.
“Sé que Florencia está mal”
En agosto de 2007 apareció en la web un video de Wanda Nara donde se la veía teniendo sexo oral. El episodio le trajo muchos problemas, los mismos que ahora sufre Florencia Peña, quien desde hace un tiempo tiene que soportar que alguien vaya subiendo una seguidilla de videos suyos teniendo relaciones con su pareja, Mariano Otero.
“En su momento me molestó mucho, porque estaba comenzando justo mi relación con Maxi. Pero todo lo que vino después fue bueno y la balanza se fue equilibrando”, recuerda ahora Wanda. “Sé que Florencia está mal y encima tiene dos hijos. Que esté sufriendo a costa de otro me parece muy injusto. Igual sé que lo va a superar igual. A mí me dicen cómo se lo voy a explicar a mis hijos cuando sean más grandes. Ellos saben quién es su mamá y la preocupación nuestra no pasa por un video sino porque crezcan en un ambiente de seguridad, lejos de drogas y alcohol”, concluye Wanda Nara.
En mayo vendría a conducir
El año pasado Wanda Nara hizo su debut en la televisión italiana en el programa Cielo Che Gol. Tras firmar un contrato con la cadena Sky, la botinera participó de un ciclo de entretenimientos con contenido de deportes y espectáculos donde llegó a entrevistar a su marido quien en un primer momento no estaba tan de acuerdo con la incursión de Wanda. “Al comienzo no me animaba porque no sabía hablar bien italiano, Maxi no lo podía creer”, rememora Nara, quien ahora se encuentra pronta a regresar a Buenos Aires en mayo, donde tiene varias propuestas de televisión. “Desde febrero me llaman muchos productores. ¡Hay cada uno que me ofrece cada cosa! Yo tengo una familia, ya no puedo hacer cualquier cosa”, cuenta sin dar más detalles. Cuando se le pregunta si haría algún tipo Fútbol para Todos, dice: “Tocaste justo el tema... No puedo contar mucho más”.