PROTAGONISTAS
visita fugaz

Paris Hilton viajó a Punta del Este para actuar como DJ vip

Estuvo tan sólo nueve horas. Simpatía marketinera y “cepo” periodístico a las preguntas sobre hombres. Galería de fotos

Raid. Llegó el jueves a la 11 y las 23 ya estaba en vuelo de regreso a Los Angeles.
| Tucuna

Aunque en Estados Unidos o en Europa, ella ya no moviliza a los medios ni a la gente como hace un par de años –su lugar lo ocuparon los Kardashian o Miley Cyrus–, ante la ausencia de celebridades internacionales en Punta del Este, Paris Hilton generó revuelo.

Traída por una marca de bebida energizante, la blonda aterrizó en un vuelo de línea en el aeropuerto de Carrasco a las 11:20 del jueves último y desde allí fue trasladada en una camioneta hasta el hotel Casa Suaya, en José Ignacio. Inquieta por la tropa de fotógrafos que la seguía, esperó a que un asistente le alcanzara una sombrilla para protegerse de las fotos mientras se dirigía a su cuarto para descansar un par de horas. A las 16:45 llegó al parador La Caracola custodiada por un patrullero y fue recibida por un grupo de cinco fans uruguayos que la esperaban. “Vinimos de Montevideo a dedo”, decía uno con la cara desorbitada.

Estilo. “No importa cómo luzca una mujer; si ella es segura de sí misma, es atractiva”, dijo Paris alguna vez. Por eso, el vestido animal print con el que bajó a la playa quedó en un segundo plano cuando apareció subida a unos zapatos de más de doce centímetros de taco y caminando sobre la arena sin perder el equilibrio. Aunque  ésta se trató de una primera visita de tan sólo nueve horas, aunque se la manejó como si fuera un accesorio móvil a todos lados, Paris tuvo clara su misión: hay que sonreír porque negocios son negocios. 

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Cruzó en una balsa y fue llevada directamente a una carpa instalada en La Caracola. Mientras fumaba, la atendió el estilista argentino Kenny Palacios, quien tuvo que improvisar unos bucles y soportar entre bambalinas cierta antipatía de la blonda. Sin sacarse jamás sus gafas, la atención de Paris estuvo concentrada en su celular, con el cual –juró un testigo a PERFIL– en más de una oportunidad ella simuló estar hablando con alguien sin estar realmente haciéndolo. Un rato después bajó a la orilla del mar para hacer unas fotos. Allí aseguró a PERFIL estar feliz  “en este hermoso lugar”.  También, agregó: “Tengo planes para ir a Argentina, es un lugar increíble”. Consultada por PERFIL sobre qué conocía del país respondió: “Messi”.

No hubo mucho más tiempo: el personal de seguridad la llevó a la carpa donde, cronometrada por reloj, habló con la prensa seleccionada. Estuvo sentada frente a dos ventiladores de pie –los pidió ella misma para combatir el calor sofocante– y un manager encargado de detener las preguntas incorrectas, sobre todo las referidas a los hombres –más específicamente– a su novio River Viiperi, un modelo español de 22 años . “¿Cómo sería tu hombre ideal?”, intentó un cronista del diario El País. “Esa no se puede”, respondió otro integrante de la comitiva que incluso, antes del evento, repartió preguntas sugeridas para la “entrevistada”. Paris, sí contó que le gustaría ser madre, deslizó que no es enferma a la hora de cuidar su cuerpo aunque sí usa muchas cremas, y confirmó el rumor que decía que construyó una mansión para sus perros. “Los siento como si fueran mis hijos”, dijo.

A las 19:30 se transformó en DJ, un hobbie por el que, según informa el Huffington Post, cobra entre 100 y 350 mil dólares. Durante su performance, tiró besos y hasta jugó con su espejito donde se miraba para ver si el retoque de maquillaje estaba en su lugar. Fueron los únicos 45 minutos donde se la vio realmente relajada. A las 23.05, en su Twitter escribió: “Wow, qué corto viaje a Uruguay, estuve aquí menos de nueve horas. Desearía haber podido quedarme más. Ahora volando de regreso a Los Angeles”.