Para muchos, fue una de las fiestas previas al agite que supuso días después y que se extiende hasta hoy, sábado, debido a la Miami Art Basel. En la playa de su hotel y los famosos “fuegos” como parte de la escenografía festiva, el empresario celebró sus 58 años. De los elegidos para acompañarlo se destacó Ron Wood, el mítico músico, quien está de gira por los Estados Unidos con Los Rolling Stones. Durante toda la comida estuvieron juntos y, sin descuidar al resto de los invitados, Faena pareció concentrarse en esa celebridad.
Este 2021 fue por demás particular para el empresario. Por un lado, presentó su libro Arquitectura del ser. Su intención, compartir su recorrido hacia “la autoconciencia, la realización y el dominio de su propia existencia”. Pasos o logística –si puede aplicarse el término– que considera fundamentales o rectores para su desarrollo como empresario hotelero con sello propio definido. También coincide este 2021 con los diez años de Faena Art, la organización sin fines de lucro que, además de promover la actividad artística, comprende también un premio que ofrece a quien lo recibe 75 mil dólares y la posibilidad de exhibición de su producción. La celebración de esa década se hizo hace unas semanas y se llamó Florida wildlife porque se inspiró en la vida salvaje de dicha zona de Estados Unidos. Fue la oportunidad de presentar una obra gigante del artista argentino Manuel Ameztoy, quien también supo exhibir sus obras en el Faena Arts Center de Puerto Madero.
Arte, arte, arte. Para acompañar lo que mueve Art Basel en Miami, la propuesta de Faena llamada Crossroads consiste en experiencias y obras de arte ambientadas tanto en espacios físicos como virtuales. Según se detalló, “la acupuntura criptográfica y la creación creativa de lugares nos ayudan a seleccionar artistas y obras de arte que puedan actuar como catalizadores y marcadores de millas; guías y buscadores de caminos a lo largo de las carreteras que conectan el ámbito digital y nuestros paisajes cotidianos vernáculos”. Esto se decodifica en los hechos en, por ejemplo, Machine Hallucination”, una experiencia visual de Refik Anadol, basada en casi 2 millones de fotografías de submarinos corales, que invita a los espectadores “a sumergirse en una sensación de espacio submarino mientras físicamente está rodeado de agua y criaturas marinas en la playa, fusionando aún más la belleza de lo real con la sublimidad de la imaginación artística”.