¿Es Fátima Florez? No. ¿Se trata de Martín Bossi? Tampoco. Esta semana, muchos se hicieron esta pregunta, luego de escuchar el doblaje que Soledad Pacheco hizo de Cristina Kirchner en la apertura de ShowMatch. Locutora y oriunda de Tierra del Fuego, Soledad sorprendió a todos con el parecido de voz que tiene con la Presidenta. Su tono fue lo que sorprendió a Marcelo Tinelli, y el motivo por el que convocó a esta mujer patagónica, quien que por las mañanas trabaja como operaria en una fábrica de autopartes, en la ciudad de Río Grande, donde vive desde hace casi veinte años. “No es algo que me guste, pero es lo que me permite vivir”, dice a PERFIL esta locutora de 38 años, quien por la tarde tiene su propio programa de radio en Estación del Siglo (FM 105.3), donde hace la locución y operación técnica en el programa Se nos viene la noche. En la fábrica trabaja de 6 a 15 y, de 16 a 21, ad honórem en la radio. Pero, ¿cómo llegó Soledad a ShowMatch? Fue un amigo suyo, el locutor Gustavo Barrientos, quien acercó unos videos hace unos años, donde ella imitaba a la Presidenta. Este material quedó dormido en Ideas del Sur hasta que el director y productor Luis Barros se acordó de que estaba, se lo mostró a Tinelli, y la llamaron para hacer una prueba. Pacheco viajó el fin de semana pasado para hacer las nuevas tomas. “Quedaron encantados, lo que más los asombró fue el tono de mi voz. Buscaban una voz que fuera tan igual a la Presidenta que se confundiera. Yo pregunté: ¿por qué no eligieron a Fátima Florez, que lo hace muy bien? Y me dijeron que buscaban exactamente mi voz”, cuenta Pacheco
Imitadora. Pacheco nació en Río Negro y estudió locución en la Universidad del Comahue. Está casada y tiene un hijo de 18 años. En sobremesas y con amigos, ella empezó a imitar las voces de Soledad Pastorutti, Alessandra Rampolla, Catherine Fulop y Cristina Kirchner. Por eso –dice– fue muy natural hacerla para ShowMatch. “Me resulta cómodo imitarla. Después es parte sólo de algo artístico. No soy tan política. Con respecto a este gobierno, hay cosas que me gustan y otras que no”, aclara esta mujer, que dice que no recibió ningún comentario ni llamado de parte del Gobierno. Para Soledad, esta primera participación fue llegar a un techo que nunca pensó que podría tocar. “No me pagaron nada por hacerlo, pero ya con estar ahí para mí fue grandioso”, reflexiona. Ahora, Soledad dice que le gustaría mucho poder dejar la fábrica y dedicarse completamente a la locución y los doblajes. Dice que lo suyo es siempre detrás del micrófono, fuera del plano actoral. “Con mi 1,50 no le llego ni a los talones a Fátima”, bromea contenta, y sorprendida aún por la repercusiones que tuvo. ¿Se iría a Buenos Aires a trabajar? “Tendría que analizarlo, tengo mi vida acá, pero quién dice. Por ahora, sí espero poder hacer una segunda participación con Tinelli”, finaliza.
