Hasta ahora, eso de “año sabático” era una muletilla que utilizaban tres personajes de la televisión argentina: Nicolás Repetto, Susana Giménez y, cada fin de ciclo de sus almuerzos, Mirtha Legrand.
Al primero, la aplicación real de ese descanso le deparó a veces regresos no tan exitosos, pero regresos al fin. En el caso de la diva de los teléfonos, la manera que ella tiene de disfrutar de sus tiempos sabáticos genera admiración –y quizá envidia– de colegas. Pero ese tipo de descanso, y a la manera de Susana, es privativo de pocos, muy pocos.
Mirtha Legrand, por su parte, tenía acostumbrados a sus televidentes, a los medios periodísticos y también a la gerencia de la emisora de ocasión a, llegado el fin de su ciclo, no definir si quería seguir un año más o dedicarse más a la familia. Pero, un día, ese “deseo” se le hizo realidad, aunque no fuera definido por ella sino por sus patrones de América TV, la emisora donde cerró su último ciclo de Almorzando... Un día, su foto gigante desapareció del pasillo de ingreso al canal y su horario fue tomado por el hombre que más facturación le reditúa a América: Jorge Rial. Así, a Mirtha, el tiempo sabático se le vino encima y, de manera inesperada pero camaleónica, supo regresar como actriz para mantener así su vigencia en la pantalla.
Es ahora, más precisamente ayer, que en los capítulos que se escriben desde hace un mes sobre Marcelo Tinelli apareció eso de “tiempo sabático”. Fue Santiago del Moro, en su ciclo Infama, quien informó del posible descanso del conductor ante un 2013 que no se planteó como él hubiera querido. Fiel a su estilo de no responder ante estas cuestiones, dejó en manos de la gente de Ideas del Sur la contestación pertinente: el tiempo sabático no es una idea de Tinelli. También, y vía su cuenta de Twitter, el conductor deslizó un oportuno mensaje dirigido a una televidente, quien le expresó lo siguiente: “Volvé please, tengo un nene especial que te ama y adora tu programa”. Casi como una jugada magistral –de esas que vio el lunes 1º de abril en el estadio París Saint Germain–, esa mujer le hizo un pase perfecto para neutralizar a Santiago del Moro al permitirle contestar, incluso con ternura: “Ale decile que pronto volvemos. Y que le mando un beso gigante”.
Ahora queda por desentrañar qué espacio de tiempo representa la palabra “pronto” para el hombre más poderoso de la televisión. Mientras tanto, Adrián Suar, con la resignación de un peregrino ante la adversidad, sólo dice lo que corresponde a su cargo, es decir, que lo espera y que “Marcelo le dijo que tenía ganas de volver”. Por ahora, de dónde seguro sí regresa el conductor es de Europa y en una semana.
Dicen que “de lejos se ve más claro”, así que quizá Tinelli regrese de allí con la respuesta definitiva.
