En febrero de 2019, Karl Lagerfeld, falleció a los a los 85 años y dejó entre 300 y 800 millones de euros en un testamento con nueve beneficiarios, entre ellos a su muso y amante, Baptiste Giabiconi; su guardaespaldas, Sébastien Jondeau; su ahijado, Hudson; Caroline Lebar, su publicista; su amiga Carolina de Mónaco y Francois Caçote, el cuidador de su gato Choupette. Sin embargo, cuatro años después, la herencia sigue sin repartirse.
Mientras que lo más selecto del mundo de la moda homenajeaba al Kaiser en la alfombra roja de la Gala Met, los inspectores fiscales continuaban dándole vueltas al desorden financiero que el modisto dejó. El diseñador de Chanel hizo tantas artimañas para no pagar impuestos, que cuatro años después de su fallecimiento aún no se sabe cuánto ni cómo se puede repartir.
Las mujeres del testamento de Karl Lagerfeld
Hay cuatro mujeres en el reparto de dinero y muebles de diseño. Ellas son Virginie Viard,su sucesora en la dirección creativa de Chanel; Amanda Harlech, su cómplice creativo desde los años 90; Caroline Lebar, su mano derecha en los negocios y directora de comunicación y su gran amiga Carolina de Mónaco.
No hay que olvidarse de Choupette, el famoso gato burmés de ojos azules y pelo aterciopelado que se llevará casi dos millones de euros, a través de su cuidadora, Françoise Caçote. El felino fue un regalo de Baptiste Giabiconi y terminó convertido en influencer.
La amistad con la mayor de las Grimaldi se remonta a los años 70, cuando ella era una estudiante enamorada de Chanel. Esa relación tan cercana le permitió al Kaiser mover activos como se le antojó en los bancos del Principado, ya que Mónaco funciona como un paraíso fiscal de Francia.
El misterioso gestor de la fortuna de Lagerfeld
El hombre clave y responsable del caos financiero tras la muerte del diseñador es Lucien Frydlender de 87 años, que según dicen está desaparecido del mapa y no atiende las llamadas de los herederos, que empiezan a impacientarse. Su esposa lo excusa diciendo que se cuida y reserva por la edad.
Lucien Frydlender es la única persona que sabe realmente a cuántos euros asciende la fortuna total de Karl Lagerfeld y cuántas son sus propiedades, entre ellas un departamento de nueve habitaciones en París; casas en Vermont y Biarritz; un departamento valuado en 28 millones de dólares en Mónaco; camas que fueron de María Antonieta y una biblioteca con 300.000 libros. Sin contar el Rolls-Royce Phantom y un Lamborghini que permanecen estacionados en el garage desde su muerte.