Los efectos de la pandemia siguen haciendo estragos, generando varias complicaciones en distintos ámbitos. En este caso, el aumento del consumo de vinos tanto en el mercado doméstico como en los principales centros de consumo se ve interrumpido por un factor externo, que no tiene nada que ver ni con la producción de uvas ni con la calidad de los vinos.
En este contexto, el equipo de RePerfilAr se comunicó con la sommelier Sol De la Fuente, quien afirmó que ya venían siendo "víctimas de ese faltante en Argentina" y que en el país hay solo "tres fabricantes de botellas de vidrio, que son los que proveen a toda la industria". Además, destacó que hace muy poco tiempo uno de los hornos se prendió fuego y salió de producción.
Ante esta situación, impera la necesidad de buscar alternativas. "Tener un horno para hacer este tipo de productos es muy costoso en cualquier parte del mundo, porque es muy complejo. Hay distintos tipos de botellas: finas, más gruesas. Los hornos son diferentes y se requiere bastante inversión", afirmó la especialista en vinos.
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"6 de cada 10 litros salen en vidrio, hay 3 de cada 10 que salen en Tetra Brik y uno de cada diez que salen en formato alternativo, en un Bag in Box de 3 litros que adentro trae una bolsita de plástico, el cual puede durar 60 días. Esto acá en Argentina es muy incipiente y hay mucho prejuicio con estos formatos", aseveró De la Fuente. "En el mundo están mucho más afianzados", completó la entrevistada.
Mientras se espera que se reestablezca la producción en los próximos meses, el consumidor también deberá estar más atento y mostrarse con mayor disposición a probar vinos en estos nuevos formatos, más allá del consumo que se viene dando desde hace tiempo a las botellas tradicionales.
