En el día de la amistad entre Argentina y Brasil, el presidente Alberto Fernández se comunicó con su par brasileño, Jair Bolsonaro. Luego de duros cruces públicos en los que exhibieron fuertes diferencias, ambos saben que se necesitan mutuamente en un contexto en el que hay un cambio de liderazgo en Estados Unidos.
El trabajo de Scioli fue clave para lograr esta conversación. ¿Cuál fue el acuerdo? Abrir un paraguas: no hablar de la situación de Venezuela ni del manejo de la pandemia, donde hay amplias diferencias, para centrarse en la situación comercial entre los dos países.
Más tarde, Fernández se comunicó con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden. Rápido en reflejos, fue uno de los primeros en felicitarlo cuando su victoria aún estaba en duda.
Para Alberto es fundamental el corto plazo porque hay una negociación pendiente con el Fondo Monetario Internacional, en la cual el apoyo de Biden puede ser fundamental. Luego, el presidente espera un cambio en la política de Estados Unidos con respecto a Venezuela. En cuanto a esto, desde Casa Rosada aseguran que había fuertes chances de una invasión al país caribeño si Trump continuaba en el poder.
Además, Fernández y el presidente electo dialogaron sobre el BID, donde Alberto reafirmó su postura en favor de Beliz, lo cual podría traer novedades dado que Trump rompió con el pacto implícito en el que el presidente del organismo multilateral debía ser latinoamericano.
Por su parte, Felipe Solá se reacomodo como canciller en un contexto complicado dado que en el Frente de Todos no hay consenso en la política internacional y venía siendo una figura muy golpeada por esta fricción.
