Con Brasil claramente dividido entre Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva , el primer debate para el camino presidencial se televisó este domingo con sede en Sao Paulo. Con los demás candidatos completamente desdibujados y sin una tercera posición fuerte, el centro de la contienda estuvo reñido entre la izquierda y la derecha.
Bolsonaro se refirió a su rival con un solo calificativo en referencia al escándalo de Lava Jato, donde Petrobras y la constructora Odebrecht llevaron al líder del PT a pasar dos años en prisión.
“¿A quién apoyó el exconvicto en el pasado? Apoyó a Chavéz, apoyó a Maduro”, disparó Bolsonaro contra Lula. “Él sabe el motivo por el que fui preso, yo fui preso para que él pudiera ser presidente”, dijo en tanto Lula.
Las encuestas de intención de voto lo ubican a Lula como próximo ganador, con un 47% de los votos. La comparación entre los países vecinos no tardó en llegar y Alberto Fernández quedó en medio del debate.
“Miren hacia donde va la economía de nuestra Argentina. El presidente de Argentina visitó a Lula en la cárcel y Lula lo apoyó a él en su carrera presidencial. Hoy el 40% de la población de Argentina está en la miseria”, dijo el actual presidente brasileño.
Entre tomadas de pelo al por mayor, Lula se olvidó de lo que estaba diciendo y Bolsonaro se aseguró de hacerlo notar con una sonrisa picara. El broche de oro fue la respuesta del actual presidente brasileño a una pregunta de una periodista.
“Vera, no podía esperar otra cosa de vos. Dormís pensando en mí, debes tener alguna pasión por mí. No podés tomar partido en un debate como este y hacer acusaciones mentirosas. Sos una vergüenza para el periodismo brasileño, pero todo bien”, arremetió Bolsonaro.
Con acusaciones de posible fraude de ambos lados de la grieta y expectativas por la aceptación de una posible victoria de la otra parte, la polaridad de América Latina se hace presente también en Brasil.