Se emitió una alerta sanitaria por un brote de listeriosis asociado al consumo de queso contaminado, causada por la bacteria Listeria monocytogenes.
Según informó el Boletín Epidemiológico Nacional, los casos vinculados se detectaron, en su mayoría, en las provincias de Buenos Aires y Tucumán desde diciembre de 2024.
El informe emitido por la cartera de Salud indicó que, si bien es una enfermedad rara, se trata de una de las infecciones alimentarias más agresivas, que "presenta una alta tasa de mortalidad que la convierte en un importante problema de salud pública".
En algunos casos, las personas infectadas pueden experimentar escalofríos, fatiga, fiebre, dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos y dolor de cabeza. No obstante, cuando el cuadro se agrava, puede evolucionar a meningitis o septicemia, sobre todo en grupos vulnerables como embarazadas, adultos mayores o personas con inmunidad baja.
En ese contexto, con el fin de minimizar el riesgo de contagio, el Ministerio de Salud recomendó reforzar las medidas de higiene tanto personales como en la manipulación y preparación de alimentos.
Entre las recomendaciones se incluye el lavado frecuente y adecuado de manos, la desinfección de utensilios y superficies, la separación clara de alimentos crudos y cocidos para evitar la contaminación cruzada, la cocción completa de los alimentos y su correcta conservación a temperaturas adecuadas en heladera o freezer. Estas prácticas constituyen la primera línea de defensa para evitar la proliferación bacteriana y la aparición de nuevos casos.