Vamos a hablar hoy de las dos pandemias que padecemos, el presidente ruso, Vladimir Putin, acaba de declarar que él aun no se ha puesto la vacuna Sputnik V, porque en realidad esta primera fase ha demostrado eficacia en el corte de edad entre 17 y 60 años y él tiene 68 años. Tal vez esta declaración del presidente ruso sea la cima de los disparates, o tantas declaraciones desconcertantes que a lo largo del año hemos tenido que escuchar.
Todas estas afirmaciones aportadas principalmente por los científicos, los investigadores, las universidades, la OMS y los políticos tienen una característica que es la contradicción. Son versiones, en un sentido o en otro sentido, que descolocan y que desconciertan.
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¿A qué se debe esas contradicciones? La respuesta de la sociología es que no existe un marco normativo o conceptual general en el cual se desarrollen. Entonces cada uno afirma una cosa contradictoria con otra, según el marco de referencia que tienen. Ha habido algunas polémicas célebres a lo largo de este año, como la estricta cuarentena versus la inmunidad de rebaño. Esta anomia no es inocua, es grave porque además de producir confusión, de producir malestar psicológico, angustia también posiblemente haya aumentado los contagios y ha acelerado las muertes.
¿Qué debemos esperar de aquí en adelante? En primer lugar se va el año, pero la pandemia no se va. En realidad no tenemos solo la pandemia del coronavirus. Tenemos dos: la pandemia coronavirus y la anomia.
En este contexto, el gobierno argentino ha puesto su principal esfuerzo en una vacuna, la vacuna Sputnik V, que está llegando a la Argentina. Pero habrá que explicar para qué está llegando a la Argentina ¿Para proteger a los sectores de mayor riesgo o a los menores de 60 años que si bien están dispuestos, corren menor peligro para su vida? Vaya pregunta.