El presidente ruso, Vladimir Putin no se aplicó la vacuna Sputnik V dado que los técnicos del país asiático no la recomiendan para mayores de 60 años. Dicho esto, el gobierno nacional quedó en el centro todas las miradas porque el presidente, Alberto Fernández, había garantizado que con 300 mil dosis de Sputnik V iba a comenzar a vacunar a la población de riesgo, entre ellos los adultos mayores.
Por ello la diputada nacional por Confianza Pública, Graciela Ocaña fue muy crítica con el gobierno por la estrategia de salud adoptada. “El gobierno ha hecho un uso político y partidario de la vacuna. Esto muestra la poca responsabilidad tanto del presidente como del ministro y las autoridades de salud”, disparó en diálogo con RePerfilAr.
La vacuna Sputnik V "aún no terminó el estudio en humanos" y "se está vacunando a población general sin terminar ese estudio, que en adultos mayores se hizo sobre 100 casos, es una cantidad ínfima para sacar conclusiones", dijo la diputada nacional por la provincia de Buenos Aires.
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El problema que observa Ocaña es la improvisación y el uso político de la vacuna contra el coronavirus, porque “el gobierno había planificado vacunar con las 300 mil dosis de Sputnik V a los adultos mayores”.
"El gobierno está tapando su incapacidad en cuanto a la negociación con otros laboratorios", aseguró la legisladora y añadió: “Hoy tenemos que nuestro vecino, Chile tiene una compra hecha a Pfizer que es la única vacuna autorizada por los principales reguladores del mundo”, mientras que “la vacuna rusa no se ha presentado en ningún lado y solo es aplicada en Rusia”.
Por su parte, Ocaña denunció que hay “poca transparencia” en cuanto a la información de las vacunas que posee el ANMAT, porque la diputada hizo pedidos de acceso a la información pública hacía la entidad regulatoria y no recibió respuesta.
