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Columna

María O'Donnell: "El liderazgo de Alberto Fernández es demasiado errático"

En Argentina hay un 47% de pobreza, el dólar blue volando por las nubes, más de 200 días de cuarentena, los casos de coronavirus en ascenso, y sin embargo el tema central es el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

En un país como Argentina, que tiene en el segundo trimestre del año un 47% de pobreza, el dólar blue volando por las nubes, más de 200 días de cuarentena y la cantidad de casos de coronavirus todavía en ascenso sumado a todas las consecuencias de la  situación económica de un país que ya venía en crisis.

En un país de estas características, de repente aparece la discusión acerca de qué tipo de régimen es el que encabeza Nicolás Maduro en Venezuela. Todo esto se disparó, como ustedes saben, con un informe que elaboró Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile.

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Su padre fue víctima del régimen de Pinochet, alguien con credenciales inobjetables para la progresía o la centro izquierda latinoamericana. Viajó a Venezuela como representante de temas de derechos humanos para Naciones Unidas y elaboró un informe durísimo que vale la pena leer al respecto.

¿Cuál es el deterioro que ha tenido la democracia en Venezuela? La persecución a opositores, torturas en las cárceles y asesinatos paramilitares. Una situación que muestra claramente que Venezuela ha dejado de ser una democracia hace tiempo y que tiene características de un régimen autoritario.  

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Esto que dijo Michelle Bachelet llevó a Alberto Fernández a comunicarse con la dirigente chilena para acompañar las denuncias con el voto argentino. Cuando este informe se discutió en Ginebra, esto provocó una reacción por parte de Alicia Castro, designada como embajadora en Rusia, afirmando que era una postura inaceptable en la cual la Argentina claudicaba y se ponía del lado de los Estados Unidos.

En efecto, la política de Estados Unidos ha sido intervencionista en los asuntos internos, reconocimiento a un presidente como Guaidó. Pero eso no quiere decir que el informe que Michelle Bachelet presentó ante Naciones Unidas no era un informe muy bien fundamentado que nada tenía que ver en la discusión que había hecho o había dejado de hacer Donald Trump sobre Venezuela.

Así todo, Alberto Fernández llamó a Alicia Castro por teléfono y le pidió que reconsiderara su decisión. La verdad que uno se queda perplejo. ¿Por qué? ¿Por qué tendría Alberto Fernández una embajadora que está en contra públicamente de una de las políticas más importantes de la Cancillería argentina, como es denunciar las violaciones a derechos humanos que se cometen en Venezuela?. A veces el liderazgo de Alberto Fernández es demasiado errático porque no asume las consecuencias de las decisiones que toma.