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Reperfilar - El tema Venezuela

Artemio López: "Hay que respetar al núcleo duro del kirchnerismo"

El rechazo al Gobierno de Nicolás Maduro parece un voto anómalo proviniendo de un gobierno pretendidamente kirchnerista.

Bueno, se comentó mucho ya la resolución de la ONU y la adhesión de Argentina al Grupo de Lima, grupo de los países de ultra derecha de la región. Parece un voto anómalo proviniendo de un gobierno pretendidamente kirchnerista.

Yo no voy a analizar específicamente el contenido de la resolución porque no es mi tema y me parece importante desde el punto de vista electoral. Quiero advertir que ese voto tiene la propiedad de marchar en contra de lo que expresa electoralmente el núcleo duro y expandido del kirchnerismo. El kirchnerismo en 2019 o el Frente de Todos para satisfacer el conjunto de voluntades obtuvo 13 millones de votos. Pero de esos 13 millones de votos, diez son kirchneristas puros. Un 30 por ciento de núcleo duro que acompañan en cualquier circunstancia el liderazgo de Cristina Kirchner.

De hecho, fueron los que lograron que el kirchnerismo llegara en el tránsito 2015-2019 al poder nuevamente establecerse como una alternativa de poder electoral. Lamentablemente, este voto no atiende las demandas del núcleo duro expandido de 30 puntos del kirchnerismo, sino que pretende trabajar sobre los bordes más difusos del voto independiente.

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Ahora, esta estrategia de priorizar el voto independiente por sobre el núcleo duro no ha dado resultado en Argentina. Está en la base de todas las alternativas de tercera vía que se constituyeron a partir de 2015. Massa, Randazzo, que tiene un Alberto Fernández como un protagonista central, pero que no han dado resultado electoral.

De hecho, las dos coaliciones que sí desplegaron electoralmente su potencia fueron ambas con un núcleo duro, poderosos y claramente atendiendo a la situación de polarización en que vive la sociedad argentina. Por un lado, el frente de todos con el liderazgo de Cristina Kirchner, y por otro, Unidos por el Cambio, con el liderazgo de Mauricio Macri. Dos alternativas que colisionan sistemáticamente debido a lo que se denomina periodísticamente grietas, son las dos alternativas electorales que funcionan en Argentina.

Lamentablemente desde el punto de vista electoral, la decisión de acompañar a los países de ultraderecha de la región, para sancionar a Venezuela fue una mala decisión del gobierno argentino, más allá de las cuestiones específicas desde el punto de vista del despliegue electoral de la fuerza. Si esto continuara como perspectiva, bueno algo malo sucedería con el núcleo duro del kirchnerismo y, por lo tanto, algo también realmente preocupante sucedería en términos de perspectiva electoral, para una fuerza que tiene el año que viene una elección clave, la de medio mandato. Ahí se juega la continuidad del Gobierno del frente de todos en términos de mayor profundización, de mayores niveles de transformación y profundización de su impacto en términos de mejora de distribución del ingreso y de ese empobrecimiento.

 Por eso es tan importante atender a las demandas del núcleo duro central, sobre todo cuando se trata del 80 por ciento de los votos que se obtuvieron en la última elección.