ECONOMIA
ECONOMISTA DE LA SEMANA

Pedo de buzo I

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Consumo. Es la clave para el nivel de actividad. Pero está muy golpeado. | NA

En oportunidad de la cena anual de la Fundación Libertad, el presidente Milei, con una “metáfora”, volvió a insistir con lo rápida que será la recuperación del nivel de actividad económica. Veamos:

Más allá de una aritmética dudosa, el Presidente sostiene que dicha velocidad está garantizada por la reducción del déficit fiscal y cuasi fiscal que está en marcha. Y que según sus apreciaciones significaría que el Gobierno le devuelva al sector privado unos 15 puntos del PBI (producto de la eliminación del déficit fiscal y cuasi fiscal que se propone), cuando en la práctica dicha “devolución” no existe. Obvio que cortar con el impuesto inflacionario es clave para que el consumo privado deje de caer, pero no implica que los consumidores vean aumentar “mágicamente” el poder adquisitivo de sus ingresos y, por lo tanto, que puedan acceder rápidamente a un mayor consumo.

Segundo, no solo los ingresos se han visto diezmados por la inflación, sino que también los ahorros de muchos argentinos han visto decaer su poder adquisitivo. Lo cual genera un efecto riqueza negativo que afecta la predisposición y la capacidad de consumo de la franja de la población que mantuvo su capacidad de ahorro a pesar de la larga crisis y de la caída de sus ingresos reales.

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Además, el nivel de actividad es consumo-dependiente. Las participaciones de las exportaciones y de la inversión en el PBI son del 11% y del 16%, el resto es consumo. Una parte, el 14%, es consumo público que sabemos que no va a crecer, todo el resto es privado. Si este no se recupera, no será fácil que la actividad económica se reactive todo lo rápido que pretende el Presidente. Y para que suceda, los ingresos reales o el empleo deberían crecer.

Javier Milei
Javier Milei. Foto: NA

El consumo privado y la inversión privada representan casi el 75% del Producto Bruto de la Argentina. La confianza es clave para que tanto consumidores como inversionistas decidan que llegó el momento de volver a consumir e invertir. En tal sentido, ya hemos mencionado el rol negativo que juega el cepo en relación con la reconstrucción de esa confianza. En parte, porque el cepo es señal de continuidad del régimen anterior, y en parte porque es sinónimo de fragilidad o de anormalidad (los países normales no tienen cepo). Además, no solo es una cuestión de confianza, sino que además el cepo impone costos importantes y es difícil que una familia o una empresa se desprenda de sus activos en dólares para consumir o invertir cuando no sabe si podrá o cuáles serán las condiciones que enfrentará para recobrar esos activos.

Mirando la situación por el lado de la oferta agregada, la industria y los servicios explican el 83% del valor agregado que se genera en la Argentina. Esto no es trivial desde el punto de vista de la percepción de la opinión pública sobre la marcha de la actividad económica. Según los datos publicados recientemente por el Indec, en febrero la caída de la actividad económica se desaceleró, pero dicha desaceleración se sustentó en el comportamiento de sectores como el agro, la pesca, la minería y la extracción de petróleo y gas, que no se sienten de la misma manera que la industria o los servicios en las grandes áreas urbanas y suburbanas del país (que es donde se forma la opinión pública). Asimismo, los primeros datos sobre la evolución de la industria durante marzo reflejan que la caída de actividad de ese sector se agravó durante dicho mes.

Una forma de contar con información más actualizada respecto de la evolución de la actividad económica, y en particular de la industria, es a través del comportamiento de la demanda eléctrica de los grandes usuarios del sistema eléctrico nacional. Tal como puede verse en la tabla, con datos a la tercera semana de abril, se observa que la caída de la demanda eléctrica promedio del sector industrial durante la gestión de Javier Milei es de -14,5% (respecto de la demanda promedio de igual cantidad de días previos al arranque de su gestión). Asimismo se observa, que el promedio de las últimas cuatro semanas es menor que el de las cuatro semanas previas (-7,7%). Sin embargo, la demanda eléctrica industrial en la tercera semana de abril mostró un incremento de 7,0% respecto del promedio de las últimas cuatro semanas. Dicho incremento estuvo impulsado por el comportamiento de la demanda eléctrica del sector de productos metálicos, la construcción y la industria automotriz, lo que abre un compás de espera acerca de una eventual estabilización de la actividad económica industrial (aunque muy probablemente el índice de actividad industrial de abril termine mostrando una caída).

Por último, en el mismo evento de la Fundación Libertad, el Presidente se refirió al tratamiento legislativo de la reformada ley de Bases y del escindido y reducido capítulo fiscal de la misma. Y básicamente hizo saber que si el Parlamento quería “tirar” la ley, que lo haga. Lo cual reavivó la discusión si realmente le interesa contar con la aprobación de dichas leyes. O si no lo entusiasma más la posibilidad de seguir abriendo la grieta entre los que quieren el cambio y los que se oponen a él. Y que, en todo caso, la oposición parlamentaria quede como la responsable de un eventual fracaso en la implementación del cambio de régimen económico que propone el Presidente. La relativización de la importancia de la aprobación de los proyectos propuestos por el Poder Ejecutivo no es nueva y vuelve a tener lugar justo cuando se inicia su tratamiento en la Cámara de Diputados. Pero más allá de lo que busque el Presidente con sus declaraciones, creemos que es fundamental que las leyes se aprueben. Tanto por sus consecuencias fiscales (aumento de la recaudación) como de sus consecuencias sobre la competitividad del sector privado. Pero no solo por eso, la aprobación de las leyes es un primer paso para que el programa de reformas pueda ser implementado de manera integral. Un primer paso, por cierto fundamental, para la construcción de confianza a la que aludimos previamente.

*Director de Perspectiv@s Económicas.