El Gobierno Nacional aprobó y publicó un decreto para permitir, estimular y regular la producción, distribución y el cultivo en casas de familia de la planta de marihuana para usarla con fines medicinales del cannabis.
Esto va a ser bueno para la salud de muchas personas. Muy bueno realmente. Pero además es un triunfo contra la estupidez humana.
No hay ningún motivo que permite entender por qué en la última década el Estado argentino se negó de manera muy dogmática, muy esquemática y reaccionó de manera tan tonta contra una posibilidad que era muy evidente.
En la última década, Estados con sistemas científicos muy sofisticados y respetables, como Israel, Canadá, o muchos estados de los Estados Unidos, fueron paulatinamente aceptando lo que era una realidad para cualquiera que mirara sin prejuicios.
El canabis utilizado en términos medicinales puede servir, por ejemplo, para los pacientes terminales de cáncer. ¿Por qué? Porque les permite dormir mejor, les atenúa el dolor, les genera más apetito y les mejora el estado de ánimo.
La Legislatura porteña reglamentó el uso del cannabis medicinal
Son cosas muy importantes para millones de personas en todo el mundo y para muchas familias. También atenúan los síntomas de algunas epilepsias, de esclerosis múltiple y los síntomas para chicos autistas. Y esto se veía en el mundo desarrollado, ¿por qué se prohibía acá?
Se prohibía porque un grupo de gente con poder y muy tonta asocia a la marihuana con la droga y la droga con la perdición humana. Ni una cosa, ni la otra, la marihuana se puede fumar y uno puede divertirse y no pasa nada.
Pero además, en este caso, no se usaba como droga para divertirse, se usaba como droga para atenuar síntomas de enfermedades terribles. Entonces, hay gente que piensa mal la droga, la asocia con otras cosas y no se anima.
Había madres que decían: “Mi hijo se siente mejor. Por favor, ayúdenme". Alguna de ellas cultivaba desde su casa, alguna de ellas fueron presas por hacer esto, porque era el pensamiento policial. El pensamiento medieval hace estas cosas.
Por suerte el Gobierno argentino tomó una decisión muy buena que consiste una vez más en permitir esto y en explorar con libertad alternativas a las que ofrece el pensamiento medieval. Esto, repito, es bueno y va a ser bueno para muchísimas personas que sufren mucho y además permite explorar otras cosas.
Aprender que cuando se piensa con libertad se piensa sin prejuicios y se piensa con audacia, las cosas salen mucho mejor.