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Opinión

Tenembaum: "Al peronismo le cuesta pensar que parte de la tragedia argentina le corresponde"

Es notable lo que le cuesta a la pareja que conduce el país aparecer unida. No aparecen casi nunca y eso es responsabilidad de ella.

El sábado finalmente se produjeron las celebraciones por el 75 aniversario del 17 de octubre. Ese día tan importante en la historia de la Argentina que dio a luz al líder más potente que tuvo la democracia en toda su historia. Estoy hablando, obviamente, del general Perón. En ese acto, que fue bastante masivo, con caravanas realmente interminables, hubo personas conmovidas, alegres, felices de reencontrarse con su identidad y con muchos compañeros.

Yo vi un testimonio muy conmovedor de una jubilada que decía: "Yo trabajé durante toda mi vida fregando para mujeres paquetes como las que manifiestan contra el gobierno y ellas no me pagaban. La jubilación me la pagó Cristina". Esas cosas existen, son importantes, son valiosas y uno no puede dejar de sentirla como muy relevantes en la historia del país. Ahora, al mismo tiempo, los actos del sábado a mí me generaron un ruido por otras razones.

La primera es porque se produjeron en medio de una pandemia. Durante meses, el Gobierno criticó a la oposición por participar de actos donde la gente se mezclaba, se contagiaba y probablemente se moría. Acá no hubo ninguna diferencia. Estuvo mal entonces y por lo tanto esta mal ahora.

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El segundo elemento es que la Argentina está viviendo una tragedia no solamente porque es el país con más muertes por millón de habitantes en las últimas semanas, sino porque además es un país que ha perdido tres millones de empleos y, sin embargo, en todas las manifestaciones, en un clima muy festivo en el discurso,  esto no estaba registrado. La dimensión corresponde. No hubo un minuto de silencio, no hubo un reconocimiento a médicos y enfermeros, kinesiólogos, etcétera, etcétera, etcétera. No hubo nada de eso. Era como un cumpleaños en medio de un páramo, como un cumpleaños que sucedía en otro país.

En tercer lugar, me hizo ruido el discurso de Alberto Fernández porque es un discurso repleto de omisiones. Hizo la historia, el peronismo lo recortó, lo que no le convenía no estaba, no estaba Isabel Perón, no estaba López Rega, no estaban los montoneros, no estaba Menem. Por supuesto que el peronismo tiene muchas virtudes pero negar las cosas que pasaron, de las cuales además la dirigencia actual fue parte, es como no poder ni mirar lo que hicieron mal. Y si uno no mira lo que hizo mal, muy difícilmente pueda corregirlo en algún sentido. Al peronismo le cuesta pensar que parte de la tragedia argentina le corresponde.

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El cuarto elemento que a mí me hizo ruido fue la ausencia de Cristina. Es notable lo que le cuesta a la pareja que conduce el país aparecer unida. No aparecen casi nunca. Es responsabilidad de ella, no de él. Pero también muestra quizá una de las razones por las cuales al Gobierno le cuesta tanto conducir el complejo proceso que le ha tocado en suerte.

Dios es peronista, dijo el presidente en un momento. Yo no sé si Dios existe. No sé si existe o si será peronista, pero al Gobierno le convendría que fuera así, que Dios sea peronista, porque dadas las circunstancias va a necesitar mucho de su ayuda.