El Día de la Lealtad presentará a un peronismo unido y multitudinario en un escenario que busca dejar atrás no solo la discusión por la calle con la oposición, sino también las diferencias internas dentro de la alianza que ganó las elecciones presidenciales casi un año atrás. Alberto Fernández será el orador frente a miles de militantes que se conectarán de manera virtual y otros que elegirán movilizarse en caravana. Hasta último momento, desde el Gobierno buscaron desalentar a las bases de marchar a Plaza de Mayo convencidos de que el cuidado de los ciudadanos frente a la pandemia es hasta ahora la gestión más valorada por la ciudadanía.
“Ningún funcionario nuestro puede estar en la calle si los militantes salen”, dice uno de los hombres más cercanos al Presidente y detalla que en las encuestas propias la valorización de la administración del coronavirus se mantiene por encima del 60 por ciento. “Es el capital más valioso que tenemos, no lo podemos perder”, insiste sobre la gestión de la cuarentena que ante el aumento de infectados y fallecidos en las últimas semanas fue sumando críticas.
La idea de movilizar a través de una caravana fue impulsada por Hugo Moyano. Fernández agradeció pero pidió que no se desborde mientras sus funcionarios hacían llamados para que los sindicalistas, dirigentes territoriales e intendentes contengan a los militantes. Uno de los pedidos lo recibió el titular de los bancarios, Sergio Palazzo a través del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Los jefes distritales buscan contener la movilización en sus municipios para que los autos no lleguen a Capital Federal. Saben además que esta vez los colectivos están prohibidos.
A horas de que el Partido Justicialista vuelva a mostrarse unido quedan dos interrogantes: ¿Cristina Kirchner participará? ¿Será este sábado el día en el que se le ofrecerá a Fernández conducir el partido?
La Vicepresidenta aún no confirmó su asistencia. Su vínculo con el peronismo orgánico nunca fue el mejor. El último congreso partidario del que participó fue en 2004 cuando discutió con Hilda “Chiche” Duhalde por la “portación de apellido”. En 2007, el sello con el que llegó a la presidencia fue el Frente para la Victoria, lo que le costó a los Kirchner la expulsión del partido que en aquel momento se lo habían quedado los hermanos Rodríguez Saá. Cristina tampoco quiso cumplir con el mandato de comandar el partido durante su presidencia, cargo que asume Néstor hasta la derrota de 2009 en la provincia de Buenos Aires.
El año pasado, días antes de anunciar la candidatura presidencial de Alberto Fernández, Cristina volvió a la sede del PJ de la calle Matheu y celebró el último Día de la Lealtad en La Pampa ya con un triunfo electoral en la interna de agosto. Días atrás, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela dijo que le ofrecerían la vicepresidencia del partido, algo que parece aún lejano.
Durante los meses de pandemia, la vicepresidenta solo participó de dos actos. Se trató de los anuncios de la reestructuración de la deuda. Por eso, hasta ahora su presencia en el PJ es una incógnita, sobre todo porque la relación con la conducción de la Confederación General del Trabajo también transcurrió con sobresaltos.
Por eso, en el cronograma del acto solo aparece Fernández como único orador. Se espera que el Presidente hable en la sede sindical de la calle Azopardo poco antes de las 17 horas, momento en que se cantará el himno en los distintos puntos del país que estarán agrupados a través de la plataforma www.75octubres.ar.
El objetivo del Gobierno es mostrar a todos los sectores de la alianza unidos. Estarán representados todos las fuerzas del Frente de Todos, movimientos sociales y sindicalistas. Desalientan que la conducción de la CGT le ofrezca la conducción del partido en el acto ya que evalúan que el encuentro debe ser mucho más que “el fortalecimiento de la figura del Presidente”. Esta discusión promete seguir hasta las horas previas al comienzo del acto.
