A 30 años del expediente policial que convulsionó a la sociedad, la imagen de los dos delincuentes, abatidos por Horacio Santos en el interior de un Chevy modelo 74 el 16 de junio de 1990 en el barrio porteño de Devoto, continúa viva en la retina de los argentinos.
Las similitudes entre Santos y el jubilado de Quilmes, quien a los 71 años mató a Fabián Moreyra tras ser asaltado en su casa de la zona sur del Gran Buenos Aires, agrietaron a un más al país. La discusión se nutre entre quienes los califican a ambos cómo “héroes” y “justicieros” y aquellos que los ubican en la categoría de “asesinos”.
El caso del ingeniero Santos cumple 30 años y la grieta continúa abierta
Al cumplirse tres décadas de que el ingeniero químico hiciera “justicia por mano propia” luego de que le robaran su duodécimo pasacassette, RePerfilAr elaboró un informe en el que se recopilan los testimonios de cada una de las partes judiciales involucradas en el caso.
Según pudo reconstruir PERFIL, el ingeniero Santos y su familia ya no viven en su vivienda de Villa Devoto. A sus 72 años, un año más que el jubilado de Quilmes, Santos se encuentra retirado de la actividad profesional, tras delegar en sus hijos el control de la empresa química familiar.
En 30 años nunca brindó una entrevista periodística. Sin embargo, su historia y el debate público sobre su accionar permanecerán vivos en la memoria de todos.
