Luego de varios estudios realizados en animales para algunos científicos todavía resulta difícil responder si el ayuno intermitente nos hará vivir más tiempo. Un ensayo clínico intentó responder esta pregunta examinando cómo la reducción de calorías en un 25% afectaba a una serie de mediciones relacionadas con el envejecimiento.
Se asesoró a más de 100 adultos sobre la planificación de las comidas y se les ofrecieron sesiones de consultas para ayudarlos a alcanzar sus objetivos dietéticos.
Pero como es tan difícil reducir las calorías, al final los participantes solo pudieron reducir su ingesta en un 11%.
En comparación con otros participantes , las personas a dieta mejoraron varios aspectos de su salud como la presión arterial y la sensibilidad a la insulina.
Uno de los especialistas que participó de este ensayo llegó a la conclusión que la restricción calórica “no rejuveneció a las personas, pero sí ralentizó su ritmo de envejecimiento”. Sin embargo para otros profesionales la restricción calórica del 25 al 40 % que se ha demostrado beneficiosa en animales pero no en las personas.
A pesar de los estudios realizados todavía queda mucho camino por recorrer antes de que los expertos puedan afirmar si los beneficios de la longevidad observados en animales se trasladarán a los seres humanos.
