A partir de la inflación de los últimos meses, la industria textil decidió retrasar el lanzamiento de la nueva temporada. Por más que, hoy en día, se encuentren con buenos precios por estar liquidando la mercadería del verano, aseguran que los nuevos ingresos van a venir con aumentos de hasta el 300% en relación al año pasado.
Sumado a esto, los comerciantes afirman que las ventas en enero fueron bastante duras dado que cayeron casi un 40%. Inclusive en los lugares turísticos.
Muchas veces la temporada de verano suele ser el momento de mayores ingresos para este sector y lamentablemente no fue lo que sucedió.
Se entiende que comprarse ropa en estos tiempos puede no es lo esencial. Sin embargo, para revertir esta situación, las marcas comenzarán a incorporar diferentes promociones bancarias con la idea de a los consumidores.
