El aumento en el precio de la carne es uno de los golpes que más se sienten en los bolsillos de las familias argentinas. A pesar de la situación económica el país sigue siendo uno de los principales consumidores de este producto.
Si se tiene en cuenta los valores en 18 cortes de carne vacuna la suba en el precio promedio llegó a los 3.100 pesos por kilo, lo que significa un aumento de 60%.
El aumento de este producto tuvo influencia en la aceleración de la inflación minorista registrada en el último mes.
Por otra parte, la incertidumbre en la economía genera demoras de producción y ajustes en los precios que se hacen sentir en las góndolas.
En cuanto a la cadena de producción, hay que tener en cuenta los movimientos que se generan en los mercados de hacienda. Algunos estiman que detrás de las subas de precios hay un desequilibrio estacional entre la oferta y la demanda de animales para exportación.
Sin embargo, más allá de toda estadística y porcentaje son las familias las que deben decidir cómo cuidar su economía. En algunos casos ya no se realizan compras mensuales, sino las del día a día.
