Rusia comenzó la ofensiva final en la región separatista del Donbas, asediada desde hace casi 60 días. Tres semanas después de retirarse del norte de Kiev, durante esta noche tuvo comienzo un ataque que empeoró la situación radicalmente.
“No importa cuanta cantidad de tropas rusas lleven allí, nosotros lucharemos”, aseguró el presidente Ucraniano Volodimir Zelensky en conferencia de prensa respecto a la invasión lanzada en la región oeste del país.
El ejercito de Vladimir Putin avanza sobre un frente de 480 kilómetros con 80 mil soldados y varios tanques de guerra. La guerra de Ucrania entró así en una nueva fase que promete ser un infierno. Los batallones tácticos están integrados por infantería, defensas antiaéreas y soporte logístico.
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Desde el 2014, Donbas es el escenario de una disputa entre ucranianos y rusos. Ante la imposibilidad de llegar a Kiev, el objetivo del Kremlin es llegar a tener el control de esta región. En tanto, el Gobierno de Zelensky firmó su adhesión a la Unión Europea y, de lograrlo, sería el país en obtener esta distinción con mayor rapidez.
