Fanáticos bolsonaristas invadieron la sede de los tres poderes de gobierno en Brasilia, donde acampaban hacía más de dos meses exigiendo un golpe de estado que evitara el recambio presidencial. El fallido intento de golpe de estado del pasado domingo arrojó al menos 1.500 detenidos y la apertura de un sinfín de sumarios contra los manifestantes, integrantes de las fuerzas de seguridad y funcionarios.
Ante la grave situación que atraviesa el país vecino, RePerfilAr consultó al ex Embajador de Brasil, España y la Organización de los Estados Americanos, Juan Pablo Lolhé quien expresó que lo sucedido "fue grotesco", porque "no se detiene una manifestación de 2.000 personas con mangueras con agua”. Y continuó: “Son fanáticos, pero también hay otros componentes que es bueno señalar. Hay connivencia, hay guiñadas, hacerse el distraído, muy poca policía y en algunos casos policías mezclados con manifestantes". "Hay mucho para investigar, eso lo tiene que hacer la justicia”.
Respecto a las presunciones de que el Presidente Lula Da Silva sabía que iban a ocurrir estos hechos y dejó que pasaran, el ex Embajador expresó, “son especulaciones, hay que dejar que investigue la justicia”.
Caos en Brasil: bolsonaristas tomaron las sedes de los Poderes para pedir golpe contra Lula da Silva
Ante el retorno de Lula a la Presidencia y respecto al tercer mandato del líder del PT brasilero, Lolhé advirtió sobre las diferencias en los contextos del gobierno: “Lula estaba acostumbrado a ganar por amplios márgenes y esta vez ganó por una pequeña diferencia; la conformación de Brasil es muy distinta a la que él gobernó; existe una grieta que anteriormente no existía". Por ello, ahora en el país vecino hay "contexto difícil para él, porque Lula tiene la misión primaria de unir al país y pacificarlo. Habría que ver si lo logra”.
“Las revueltas pueden continuar, pero no de la forma que estaban desarrollándose porque hubo cierta permisibilidad. Será una confrontación más dura si la cuestión sigue”, analizó el diplomático. Y luego añadió: “Dependerá mucho del clima político y social y eso está por verse porque Lula recién asumió hace una semana”.
Respecto a la posibilidad de que ocurra algo similar en Argentina, Juan Pablo Lolhé consideró las diferencias en la cantidad de habitantes, territoriales, culturales y las similitudes respecto al Macrismo y Bolsonarismo por la centro derecha y la visión de centro izquierda del Lulismo y Kirchnerismo. “La ventaja que vemos aquí es que siempre hay un oficialismo y una oposición lo cual es una garantía para la democracia. El problema es si la sociedad se beneficia con eso", concluyó.