Rusia continuó con los ataques masivos contra las instalaciones militares y el sistema energético de Ucrania. Los objetivos propuestos fueron alcanzados, dijeron desde el Ministerio de Defensa de Rusia.
Por los daños, Ucrania pidió limitar el consumo de electricidad. La ONU advirtió que los bombardeos podrían ser crímenes de guerra si los objetivos civiles fueron atacados intencionalmente.
Para la OTAN, las embestidas demuestran un signo de debilidad política porque Rusia está perdiendo en el campo de batalla. La agresión fue antes de la reunión de emergencia del Grupo de los 7, dónde el presidente ucraniano agradeció la ayuda aunque teme una escalada mayor.
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El mandatario de Ucrania acusó a Moscú de querer arrastrar a Bielorrusia a la guerra y reclamó al G7 una misión de control internacional en la frontera del país satélite con Ucrania.
El martes la automotriz japonesa Nissan anunció que vendió todos sus activos en el país a Rusia mientras que el Kremlin clasificó a Meta, owner de Facebook e Instagram, como una organización terrorista.