Casi como en la década del 90, cada vez se habla más de Pádel. Argentina tiene 6 jugadores entre los 10 mejores del mundo, pero también explotó el deporte en cuarentena. Los motivos: fue una de las primeras disciplinas habilitadas por las características del juego y también por la estadía de la gente en su casa.
“Habían muchas personas que no conocían el deporte y se acercaron a jugarlo porque la oferta deportiva era casi la única actividad que se podía realizar o que le brindaba la seguridad a la gente de no tener contacto con otras personas. Durante la mañana o la tarde temprano teníamos salpicada alguna que otra cancha y hoy por hoy pasó a ser casi como un horario central. Es un 25 por ciento superior a lo que era antes de la pandemia”, declaró Diego Parise, dueño de Winners Pádel.
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No sólo las canchas se ven colmadas de jugadores, sino que también los locales de insumos gozan de este boom: “En cuarentena se vendió mucho más lo que es la venta mayorista a clubes de pádel para reventa de insumos”, contó Julián Smith, dueño de Dropshop, y agregó: “El insumo que más se vende es la pelotita, el tubo de pelotas, el overgrip y en menor escala las paletas”.
El fenómeno alcanza a todo el país, desde las 13 canchas oficiales de Tierra del Fuego a las 83 que hay en Salta, con foco en las más de mil que tiene Buenos Aires.