Científicos de la Universidad Sun Yat-Sen en China reactivaron la actividad cerebral en cerdos muertos durante casi una hora.
El avance científico se pudo llevar adelante poniendo en práctica un sistema de soporte que incluye un hígado. Al enfocar el soporte vital en el hígado, encargado de purificar la sangre, los investigadores vieron que el cerebro mantenía actividad por varias horas, dependiendo del tiempo previo sin circulación.
Para el desarrollo del estudio, el equipo chino utilizó cerdos tibetanos enanos, una especie seleccionada por sus condiciones fisiológicas similares a las de los humanos en ciertos aspectos. En total, se realizaron experimentos con 17 cerdos en los que se emplearon diferentes configuraciones de soporte vital.
Este descubrimiento supone una potencial expansión de la ventana de reanimación en casos de paro cardíaco humano.