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Vacunación

Vacuna rusa: la primera en llegar y dar un paso más hacia la normalidad

Las dosis de Sputnik V comenzaron a aplicarse en la Ciudad de Buenos Aires. Los primeros en ser vacunados fueron los trabajadores del Hospital Argerich.

Con muchas dudas sobre la Sputnik V, finalmente comenzó el plan de vacunación contra el coronavirus en todo el país. Ayer los primeros en ser vacunados en la Ciudad de Buenos Aires fueron los trabajadores del Hospital Argerich.

La primera en ponerse la vacuna rusa fue la enfermera Karina de la Iglesia: “En las próximas 48 horas podría atravesar febrícula, dolor muscular y dolor en la zona de punción. Hice el protocolo post acto vacunal en donde había que quedarse sentado 30 minutos. Aún no he experimentado ningún síntoma”.

Gabriel Battistella, el Subsecretario de Atención Primaria del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, estuvo presente y se mostró aliviado: “Es de las pocas veces desde que empezó la pandemia que podamos dar una noticia alentadora en pos de poder controlar los casos”.

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La ciudad recibió un total de 23 mil 100 dosis y éstas serán aplicadas en 17 hospitales públicos porteños y 20 centros privados de salud. “Nosotros solamente vamos a ir aplicando las vacunas a las personas que lo tengan indicado, en este caso y en principio, para los trabajadores de la salud”, explicó Fernán Quirós, Ministro de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Por su lado, De la Iglesia recordó el duro momento que fue enfrentarse a la pandemia: “Lo primero que se vivió fue miedo, desinformación. Hoy en día tampoco sabemos mucho de este virus. Cómo recibir al primer paciente era la pregunta. La enfermería se tuvo que reinventar, tuvimos que cambiar protocolos de atención. Pasamos de ser individualistas en la tarea diaria a trabajar en grupo, incluso la manera de vestirse y desvestirse cambió....y sobre todo vivimos el miedo eterno de llevar el virus a casa”.

Los primeros vacunados deberán recibir la segunda dosis dentro de 21 días para continuar con el proceso de inmunización. “Esto para nosotros es una luz de esperanza, es como haber cruzado la línea de fuego y avanzar a este maldito virus. Estamos eternamente agradecidos en nombre de enfermería”, finalizó emocionada la primera enfermera vacunada en la entrada del Hospital Argerich.