Aprobado por el Ministerio de Salud y la ANMAT en 2014, el carfilzomib se vende bajo el nombre comercial Kyprolis, de Laboratorio Varifarma, y se administra por vía endovenosa en dosis de 20 miligramos los dos primeros días de tratamiento, para luego, con intervalos de 12 días, elevar esa dosis a 27 miligramos, también en dos días seguidos.
Así se puede llegar a los 12 ciclos de administración, de acuerdo a la tolerancia que muestre el paciente y su evolución, pero lo que importa resaltar es el elevado costo de dicho medicamento: el frasco de 60 miligramos va desde un piso de 160 mil pesos, y puede llegar hasta 200 mil pesos, lo que revela que cada una de esas administraciones endovenosas de 27mg rondaría los 100 mil pesos. Lo definen como un tetrapéptido que detiene el avance tumoral, sugerido luego de terapias con drogas como bortezomib y otros agentes inmunomoduladores.
Semejantes costos son los que a juicio de los familiares de Gabriela Ciuffarella, la docente de 46 años fallecida de cáncer este martes en Lomas de Zamora, determinaron la demora de parte de IOMA en la aprobación del tratamiento. "Al trabajador no hay quien lo salve, si el medicamento es caro lo dejan morir" sostuvo el hermano de la docente, y también el SUTEBA se manifestó ayer sobre el tema, anunciando que encarará acciones legales contra la obra social y contra los funcionarios que intervinieron en el tema.
