Un médico practica con cientos de cadáveres antes de tener una vida bajo su responsabilidad, y Claudio Burgos tiene toda esa experiencia y mucho más. Pero esta no fue una operación más, a pesar de sus años como director del Departamento de Cirugía Cardiovascular del Hospital Italiano de Mendoza padeció la presión de tener la vida de una persona muy conocida en sus manos. Agobiado por las entrevistas, que por momentos no lo dejan trabajar, gentilmente accedió a hablar con Perfil.com.
En el momento de la operación de Sandro, en el quirófano, habían 18 personas entre médicos y enfermeros, Sandro entró a la sala de operación antes de que llegaran los órganos, por lo que Burgos prefirió no sacarle el corazón y los pulmones hasta que llegaran los del donante.
"La operación duró 5 horas, empezó 17.20 y termino 22.30. La única complicación fue a las 3 de mañana. Tuvimos que operarlo de nuevo porque Sandro tiene problemas de coagulación. No tenía relación con los órganos transplantados. En los días posteriores a la operación Roberto tuvo problemas de riñón y algunas complicaciones en el hígado debido a su falta de oxigeno. Es un paciente con un alto porcentaje de riesgo”, afirmó Burgos.
"En estos momentos "está evolucionando bien" y aseguró que su reconexión a un respirador artificial "no es un retroceso" en la recuperación.
Al dar a conocer un nuevo parte médico, Burgos afirmó que con el correr de los días se irán "eliminando las grandes situaciones de riesgo elevadas", aunque no quiso aventurar si Sandro, pasará Navidad y Año Nuevo en el centro asistencial de la capital mendocina. Tras explicar que la reconexión al respirador "es parte del proceso" posterior a la operación, precisó que se tomó esa decisión "porque el paciente padecía cierto cansancio muscular" y era necesario "ayudarlo a respirar".
"Tiene el pulmón denervado y tiene que toser de forma voluntaria para eliminar las secreciones", puntualizó el médico, al señalar que como no puede hacerlo todavía, debieron ser aspiradas por los neumonólogos. El médico reiteró que como Sandro todavía está débil, tuvimos que hacer una "toilette bronquial".
"Estamos conformes con la limpieza y se va a re extubar. La placa de hoy está muy bonita, está impecable. El resultado fue satisfactorio", subrayó. En tanto, el neumonólogo Juan Carlos Behler advirtió que "no hay que olvidar el contexto clínico. Las secreciones son normales. A medida que pasan los días tienen que ir diminuyendo, respondió bien".
Burgos insistió en el "buen ánimo" del cantante. Antes de la intervención "nos sacamos una foto con los médicos y pidió un peine. Apareció su coquetería", bromeó.