Imagínese despertar un día y no poder mover una mitad de la cara. Parece una pesadilla pero la Parálisis de Bell afecta aproximadamente a 40.000 personas cada año y nadie está exento. Es que la salud no se compra y de una lesión no se salvan ni siquiera los ricos y famosos.
Katie Holmes, Pierce Brosnan y George Clooney son sólo algunos de los que han padecido una parálisis facial periférica. Se trata de una inflamación del nervio facial que debilita la musculatura. En todos los casos se paraliza uno de los dos hemisferios de la cara (en general, el izquierdo).
Cuando se produce la parálisis de Bell, se interrumpe la función del nervio facial y esto causa la interrupción de los mensajes que el cerebro le envía a los músculos faciales. En consecuencia, se produce la pérdida total o parcial de los movimientos voluntarios, reflejos y automáticos. Los síntomas pueden incluir tics, caída del párpado, baboseo y deterioro del gusto.
George Clooney sufrió una parálisis de Bell a los ocho años. En una entrevista con The Daily Mirror describió esa etapa como “la peor de su vida”, ya que sus compañeros de colegio se burlaban de él. Sin embargo, dijo que la experiencia “lo volvió más fuerte”.
Katie Holmes es otra de las que sufrió la parálisis de Bell y hay quienes dicen que es por eso que sus expresiones características, como su sonrisa de lado, son tan rígidas. Pierce Brosnan, mejor conocido por encarnar a “James Bond”, también sufrió una parálisis facial, en 1984, mientras estaba en el camarín de The Tonight Show de la conductora Joan Rivers.
A nivel local, todos recuerdan el caso del marido de Flor de la V, Pablo Goycochea, quien sufrió una parálisis en el lado izquierdo de su rostro a raíz de un virus días antes de su boda. Muchos se sorprendieron cuando lo vieron llegar al Registro Civil con anteojos oscuros, pero luego de la ceremonia, se esclarecieron los motivos.
También Carlín Calvo sufrió dos parálisis faciales, una el año pasado, luego de su ACV, y otra en 1999 luego de chocar con su auto. El jugador de fútbol Guillermo Barros Schelotto, asimismo, sufrió una parálisis facial en 1998 y estuvo varios días sin entrenar. Lo mismo le ocurrió al jugador de rugby Bernardo Stortoni en el 2007. La recuperación le llevó cuatro meses.
Incluso Alfredo Atanasof, ex Jefe de Gabinete, sufrió una parálisis en medio de una sesión en el Congreso el año pasado y debió internarse de urgencia en la Clínica Suizo Argentina. En España, el juez Baltasar Garzón, también sufrió una parálisis facial en 2008 que lo obligó a internarse en Madrid.
Por ahora se desconocen las causas por las que la afección se genera. La mayoría de los médicos cree que una infección viral puede causar el trastorno. También ha sido asociado con la influenza y también con la infección crónica del oído medio, la alta presión arterial, diabetes o traumas tales como fractura de cráneo.
La enfermedad afecta a hombres y mujeres por igual y ataca generalmente a mujeres embarazadas y a personas que padecen diabetes o enfermedades respiratorias. La afección debe su nombre al anatomista sueco Charles Bell, que fue el primero en estudiarla.
No existe una cura o tratamiento estándar para la parálisis de Bell. Muchos médicos recetan medicamentos como aciclovir y antiinflamatorios como el ibuprofeno, aunque también hay quienes incurren en curas alternativas como la acupuntura o el shiatzu. El tiempo de recuperación puede abarcar desde dos semanas hasta los seis meses.
Pero el desenlace de la parálisis facial no siempre es trágico. Hay quienes afirman que "La Mona Lisa" podría haber padecido de una parálisis. Esto es, al menos, lo que afirma el académico español Julio Cruz y Hermida en su libro "La Gioconda vista por un médico". Según él, ese "esbozo de sonrisa" no oculta mayor misterio que el de una parálisis facial.