“El Taller de Alzheimer me ayudó a comprender a mi padre”, expresa con emoción María Antonelli, que asiste por segundo año al taller de Alzheimer, que se dicta los primeros y terceros miércoles de cada mes en el sector Docencia del Hospital Central de San Isidro. Allí, médicos neurólogos, psicólogos y neuropsicólogos brindan estrategias y recomendaciones para mejorar la calidad de vida del paciente y aliviar el estrés del cuidador.
“El alzheimer es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso cuyo origen es desconocido y causa la muerte continua de neuronas: los recuerdos se borran y la personalidad cambia. Fue descripta por primera vez por el neurólogo alemán Alois Alzheimer en 1907”, explica el médico neurólogo Alberto Mauriño, quién está al frente del taller.
Y señala: “Es una enfermedad que puede hacer a las personas totalmente dependendientes en sus actividades básicas de vida diaria como trasladarse, alimentarse o vestirse. A raíz de esta situación, los cuidadores pueden ser la segunda víctima del alzheimer o la víctima escondida al sufrir estrés, depresión o hasta incluso infartos”.
El taller ayuda a que los familiares comprendan bien de qué se trata la enfermedad, sus síntomas y su tratamiento. También, a que pongan en práctica diferentes actitudes y comportamientos que los ayudarán a aceptar y convivir con el alzheimer. "Si los cuidadores se informan y aprenden a manejar la enfermedad, previenen su propio deterioro físico", asegura Mauriño.
Además, es un espacio de contención en el que se intercambian las experiencias de personas que conviven física y afectivamente con víctimas de esta enfermedad.
“El cuidador emplea mucho tiempo en la satisfacción de las necesidades del enfermo y se olvida de su propio bienestar. Por eso nosotros queremos cuidarlos durante todo el año. Aquí se los acompaña, se les brinda asistencia y se aportan ideas creativas como por ejemplo, cuando no pueden comer sólidos se les recomienda licuar la comida o alimentarlos con una jeringa”, agrega Liliana Bovazzi, coordinadora del taller.
Los especialistas médicos coinciden en recomendar que antes que discutir con los pacientes; es mejor buscar el consenso. Otra cuestión fundamental es aprender a convivir con los olvidos y con otros síntomas de la enfermedad, los familiares pueden conseguir que los pacientes no se vuelvan tan ansiosos, hiperkinéticos, ni sufran de insomnio. Antes que avergonzarlos, es mejor distraerlos. En lugar de darles lecciones, aportarles seguridad. Aseguran que estas pautas ayudan tanto como la medicación.
“Esta taller es muy importante para entender la patología y tener más paciencia. En este lugar venís, descargás la mochila y te vas liviana. Se los recomiendo a todas las personas que tienen algún familiar o amigo con alzheimer”, comenta Silvia Ruarte de Beccar, que concurre por primera vez a los encuentros.
A su lado, Cintia Carrosino de Martínez, sostiene: “Gracias al taller me anticipé a distintas etapas y me ayudó a no angustiarme tanto cuando sucedían problemáticas. Nos da más seguridad y confianza. El neurólogo Mauriño es una eminencia, nos brinda todo tipo de ayuda y nos cuenta los últimos avances en la enfermedad”.
“Si bien me costó decidirme para venir, cuando lo hice aprendí a no olvidarme de mí. Se genera un lindo vínculo con los participantes, hasta tenemos un grupo de whatsapp en el que nos apoyamos, nos pasamos información e incluso nos saludamos por los cumpleaños”, concluye con una sonrisa Mabel Juárez.
La actividad gratuita y abierta a la comunidad se lleva a cabo los primeros y terceros miércoles de cada mes, de 19:00 a 21:00, en el sector Docencia del Hospital Central de San Isidro, en avenida Santa Fe 431.