A tres días de la flexibilización de la cuarentena en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) la preocupación se disparó tras dos jornadas en las que los informes del Ministerio de Salud reportaron récords de muertes y nuevos contagios de coronavirus. Tal y como recordó el presidente Alberto Fernández y las autoridades sanitarias, la clave para que los casos no se disparen es la responsabilidad social. Es decir, que la población tome todos los recaudos necesarios para evitar contraer la enfermedad. Además, es importante prestar atención a tres síntomas específicos que presentan casi todos los pacientes.
Los expertos sostienen que las cifras récord de los días pasados se deben a problemas con el cómputo de enfermos de las jornadas anteriores. “Los lunes y martes se suele producir una acumulación de casos por el fin de semana y, según trascendió, este último además hubo dificultades en la carga de pacientes en el sistema informático, por eso llevó a que se acumularan más. Hay que ver cómo son las cifras hoy para confirmar si se trata de una tendencia”, explicó Roberto Chuit, titular del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas (IIE), perteneciente a la Academia Nacional de Medicina,
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Asimismo, los especialistas recordaron que tienen que pasar alrededor de 10 días para que se pueda calcular el impacto de las medidas que se implementan. Con lo cual, hasta mediados de la semana próxima no se podrá saber con mayor precisión cuáles son los efectos de la flexibilización del aislamiento.
Las cuatro claves básicas para evitar el contagio de coronavirus son:
- Mantener el distanciamiento físico de al menos dos metros.
- Usar tapabocas en todo momento fuera del hogar. Hay que tener presente que el barbijo debe lavarse de forma diaria con agua y jabón. Si se sale más de una vez por día de casa lo más recomendable es utilizar mascarillas diferentes.
- Evitar aglomeraciones en sobre todo en espacios cerrados pero también abiertos.
- Proceder al auto aislamiento en el caso de presentar algunos de los síntomas de coronavirus. Según un sondeo elaborado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) hay tres a los que hay que prestarle más atención: fiebre, tos y falta de aire.
En el Informe semanal de morbilidad y mortalidad de los CDC que se publicó el pasado viernes, se consignó que al menos uno de estos tres síntomas fue experimentado por el 96% de los pacientes que participaron de la encuesta (un total de 164, todos sintomáticos y que contrajeron la enfermedad entre entre el 14 de enero y el 4 de abril) y alrededor del 45% presentaron los tres. La tos fue el más común (84%) seguido por la fiebre (80%), mientras que la falta de aliento se asoció más con personas que requirieron hospitalización.
Con respecto a otros posibles efectos de la enfermedad, el organismo detalló: "Aproximadamente la mitad de los pacientes informaron uno o más síntomas gastrointestinales; entre estos, la diarrea se informó con mayor frecuencia (38%) y los vómitos con menos frecuencia (13%). Entre los adultos, la dificultad para respirar fue más comúnmente reportada por pacientes hospitalizados que por pacientes no hospitalizados (82% versus 38%). Por el contrario, un mayor porcentaje de pacientes no hospitalizados (22% y 51%, respectivamente) informaron nuevos cambios en el olfato, el gusto y la rinorrea que los pacientes hospitalizados (7% y 21%, respectivamente)". Asimismo, también se notificó como síntoma del COVID-19 dolor muscular, escalofríos, fatiga y cefalea.
Lo más importante ante la aparición de alguno de los síntomas es no subestimarlos, no automedicarse y consultar a la brevedad con las autoridades sanitarias. “Cualquier resfrío que tengamos durante este invierno es coronavirus hasta que se demuestre lo contrario. Es un concepto enorme que tenemos que tener”, remarcó el pasado 8 de julio Carla Vizzoti, secretaria de acceso a la Salud del Ministerio en una conferencia.
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Estas cuatro medidas de prevención son las más eficaces y necesarias para evitar el contagio de COVID-19. A estas se les suman otros cuidados que son complementarios que están relacionados con la higiene y limpieza del hogar.
“Es importante proceder a la limpieza de cualquier elemento que entra en casa, sobre todo en estos momentos de mayor circulación de personas que hacen que haya un mayor potencial de que el objeto haya estado en contacto con un mayor número de gente”, alertó Chuit en conversación con PERFIL. Esto incluye a las mascotas, a las que se les debería limpiar con agua y jabón en la zona del hocico y las patas.
Por otro lado, los expertos recomiendan cambiarse de vestimenta una vez se regresa al hogar. Incluso tener seleccionadas qué piezas de ropa se emplean solo para estar fuera y cuáles dentro.
Finalmente, se aconseja tratar de evitar el contacto estrecho (besos y abrazos) especialmente con los grupos de riesgo: adultos mayores, personas con problemas respiratorios o cardiacos, embarazadas, inmunodeprimidos. “El riesgo nunca es nulo pero si se llevan a cabo estas medidas de prevención las chances de contraer la enfermedad disminuyen mucho”, destacó el epidemiólogo.
