Es lo que viene: experiencias sexuales sin contacto físico, a través de la llamada “hipnosis erótica”. Aunque en el exterior, sobre todo en Estados Unidos, es una tendencia en alza, en la Argentina este método, por el momento, se usa de manera terapéutica para tratar a pacientes con problemas de inhibición, baja autoestima o disfunciones sexuales.
Pero lejos de la idea tradicional de un hipnotizador al estilo del recordado Tu Sam, o de la imagen más vieja aún de las tétricas experiencias freudianas, la hipnosis de este siglo está vinculada a la tecnología: existen distintas Webs de encuentros hipnóticos sexuales, donde hipnotizadores e hipnotizados se conocen, se venden audios, libros y hasta videos de todo tipo con el fin de erotizar a través de este método.
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