En el Simposio de Edulcorantes No Calóricos realizado en Bogotá por la Serie Científica Latinoamericana, se obtuvieron interesantes conclusiones.
1. No incrementan el hambre:
Las investigaciones no demuestran que aumenten el apetito. “Se han realizado estudios en los que se administró a diferentes grupos de personas líquidos con glucosa, con edulcorantes no calóricos y agua pura, y al medir el apetito y la ingestión de alimentos, no se encontró que encontraron diferencias”, explica el Dr. Adam Drewnowsky, de la Universidad de Washington. Agrega que el mito se basa en la supuesta liberación de insulina y otras hormonas de la absorción cuando se perciben las notas dulces en la lengua, pero no están sustentados en evidencia de ningún tipo.