Después de haber desatado una polémica durante el debate legislativo sobre el aborto al negar que “haya dos vidas, como dicen algunos”, el ministro de Salud, Ginés González García volvió a referirse al tema para decir que la defensa de las dos vidas "es una chicana".
"Es una chicana. Cada célula es vida. Un espermatozoide es vida. Por eso algunas religiones castigan la masturbación porque consideran que pierden vidas. Pero claramente está definido cuando es una persona en el sistema bioético mundial", dijo en entrevista con el diario Pagina 12.
"Si no fuera así todo el Primer Mundo debería ser acusado de genocida", afirmó González García. "Hasta en países como Irlanda, España e Italia, donde la religión católica es mayoritaria, lo han resuelto con la legalización: ¿Qué son? ¿Todos asesinos ahí?"
González García expuso este lunes en un plenario de las comisiones de Legislación General, de Salud, de Legislación Penal y de Mujeres y Diversidad.
Al responder a las preguntas de los miembros de la comisión, el funcionario dijo: “Acá no hay dos vidas como dicen algunos, acá claramente es una sola vida y lo otro es un fenómeno". Su afirmación desató seria críticas y muchos pidieron su renuncia.
En la entrevista con el citado diario, el ministro pidió a los senadores "que miren lo que está pasando en sus provincias". "Tienen que votar por evidencias no por creencias. Todos tenemos que respetar las creencias pero es tan contundente la evidencia, es decir, que podemos resolver el problema de las muertes, del dolor (que provoca el aborto clandestino).
"No tiene sentido seguir con un sistema de creencias, diciendo lo que creen algunos", afirmó González García. "Puedo respetar las creencias individuales, pero no pueden votar por sus creencias: teniendo en cuenta las evidencias y cómo mejoraría la situación de salud pública en las provincias que ellos representan.
El ministro afirmó que "hay mucha agresividad con algunos que manifiestan su pensamiento" y que no sabe "en nombre de qué religión lo hacen". "No es con la prédica de las iglesias, que siempre hablan de la no violencia. Y después, resulta que en nombre de esa creencia son violentos", se quejó.
El ministro dijo también tiene "absoluta esperanza" de ver legalizado el aborto, pero que enfrentará "un trabajo importante de difusión, de información, de que se pierdan los miedos". "Mucha gente piensa todavía que es una cuestión tenebrosa y quiero alejar a la gente vulnerable del dolor y de la muerte, de la aguja, de las perchas, de los tallos de perejil", concluyó.
ds