SALUD
EL STATUS SOCIAL, UN ELEMENTO CLAVE

Vivir en un país rico alarga la expectativa de vida

Un informe preliminar de la Organización Mundial de la Salud reveló que la esperanza de vida en los países más ricos del mundo excede en más de 30 años a la de los países más pobres.

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Un informe de la Comisión Global sobre los Determinantes Sociales de la Salud, perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), reveló que la esperanza de vida en los países más ricos del mundo excede actualmente en más de treinta años a la de los países más pobres.

La información fue difundida por el diario El País de Madrid, quien detalló que en Gran Bretaña, por ejemplo, la esperanza de vida era de 78,8 años en el período 2000-2005, lo que representa un incremento de más de siete años con respecto a la del período anterior de 1970 a 1975.

En ese mismo plazo de tiempo, sin embargo, la esperanza de vida en los países subsaharianos sólo se incrementó en cuatro meses hasta un total de 46,1 años, señala el informe provisional de la comisión, publicado en la edición de Internet de la revista médica The Lancet.

El profesor Michael Marmot, presidente de esa comisión, declaró que el status social es un elemento clave a la hora de luchar contra las desigualdades en materia de salud de la población. En la década del ochenta, un estudio pionero sobre los funcionarios públicos británicos demostró que el riesgo de muerte de quienes ocupaban los escalones más bajos de la carrera era cuatro veces superior que la de los que más habían escalado.

Para Marmot, citado por The Independent , la misma regla es aplicable a los ciudadanos de los países pobres: conforme mejoren de status social y aumenten el control sobre su propia vida, más mejorará su salud porque serán menos vulnerables a las amenazas económicas.

El funcionario destacó, además, que hay otro factor importante a tener en cuenta en la expectativa de vida poblacional: la gradación social en materia de salud, que él califica de ‘síndrome del status’. “No son sólo quienes ocupan el lugar más bajo de la jerarquía los que tienen la peor salud, sino que ese fenómeno ocurre en grado distinto a lo largo de toda la escala”, explica el científico.

El informe provisional de la citada comisión indica que los efectos del síndrome de status se extienden desde el último lugar hasta el primero de la jerarquía, y así los adultos suecos con un doctorado tienen mayor esperanza de vida que los que sólo poseen una licenciatura.

“Esa gradación es un fenómeno mundial que afecta a todos los países, ya sean pobres, ricos o de renta media. Todos estamos implicados”, señala Marmot. La consecuencia es que incluso dentro de los países ricos hay fuertes diferencias de esperanza de vida. Los ciudadanos más pobres de Glasgow (Escocia) tienen una esperanza de vida de 54 años, que es inferior a la media india.

El informe llega a la conclusión de que si bien las soluciones técnicas y médicas son muy importantes, no son, sin embargo, suficientes para aumentar la esperanza de vida de una población. Es también esencial que los individuos, las comunidades e incluso los países enteros tengan cada vez mayor capacidad de autonomía. “Si la gente no tiene cubiertas sus necesidades básicas –alimentos, vestido–, no podremos empoderarla”, explicó Marmot.