Jean Paul Gaultier cumple 70 años el 24 de abril y, aunque ya entró en el otoño de la vida, no puede con su genio y seguramente siempre será noticia.
El artista nació en Arcueil, un suburbio de París, en 1952 y como sus padres (él, contador y ella, cajera) trabajaban, lo crió su abuela, que pasaba con él varias horas entre los arcones del desván.
Esos recuerdos de infancia llenaron de naftalina muchos de sus diseños y explican su fascinación de siempre por antigüedades como el corset. De todos modos, su imaginación era tan imparable como la curiosidad que le despertaban las revistas de moda y cuando esos universos se encontraron nació un estilo que lo hizo único, sumamente personal.
- Nunca estudió diseño de modas. Todo lo que hizo fue por inspiración. Cuando comenzó, decía que la modelo rusa Krasivaya, era la musa que lo inspiraba sin ella saberlo.
- A pesar de su atuodidactismo, llegó a ser director creativo (2003 – 2010) de una de las marcas más chic y exigentes de la moda, Hermès, para quien diseñó carteras y prendas en cuero.
- Cuando tenía 18 años y sin que nadie se lo pidiera, le envió por correo sus diseños a Pierre Cardin. Quedó subyugado por su talento y lo contrató como asistente. Era el año 1970.
- En 1976 su pareja, Francis Menuge, lo empujó a lanzar su primera colección propia y se asoció con él. Fueron pareja desde entonces y hasta su fallecimiento en 1990, de HIV.
- Desde el principio, su estilo recorre dos caminos paralelos: el prêt-à-porter, la ropa callejera industrializada; la alta costura, más clásica, pero igualmente personal.
- Desde 1982, para todas sus colecciones y lanzamientos recibe el respaldo financiero de una empresa de ropa japonesa, Kashiyama. Ellos le hicieron quitar la L de su apellido, con fines comerciales; pero luego le pidieron volver a su nombre original.
- En sus desfiles derribó las barreras de género: vistió a los hombres con polleras y los hizo desfilar en ropa interior, meneándose como mujeres. Por sus pasarelas pasaron mujeres “rellenitas”, hombres maduros y más que maduros, personas que exhibían sus tatuajes y piercings.
- En el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York exhibió una muestra de Hombres usando polleras kilt escocesas, que se llamó Hombres de corazón valiente con faldas (Breavehearts Men in Skirts).
- A tono con su fascinación por lo shockeante, en vez de hacer un programa sobre “los mejor vestidos”, creó Eurotrash. En este ciclo que se emitía por Channel 4 (UK) pasaba revista, con Antoine de Caunes, a las peores bandas y artistas de entonces, a toda la “basura” dewl mundo del espectáculo, según su óptica particular.
- Madonna lo eligió como responsable de su imagen durante sus giras: Blond Ambition Tour, en 1990, la mostró con corset rosa, portaligas y corpiños en punta; Confessiones, en 2006, presentó una Madonna de negro, mezcla de jocketa con Cabaret; y The MDNA Tour, en 2012, hizo de la cantante una gatúbela con corbata y flecos de charleston.
- También fue el responsable de algunos vestuarios de Lady Gaga. El más controvertido fue el que hizo en 2011, para promocionar el lanzamiento de un documental de la cantante en la cadena televisiva CW. En él lanzamiento, ambos se sacaron fotos mientras vestían de monja y cura. Ella, como monja, tenía un hábito que dejaba ver sus senos al desnudo; él, como sacerdote, le daba una palmadita en las nalgas.
- Muchas superproducciones lo eligieron como el responsable del diseño de vestuario: El quinto elemento (Luc Besson), Kika (Pedro Almodóvar), El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (Peter Greenaway); La ciudad de los niños perdidos (Jean Pierre Jeunet).
- Desde 1993, la empresa japonesa de cosméticos, Shiseido (responsable de Issey Miyake), fabrica los perfumes de Jean Paul Gaultier, desde su sede en París, Beaute Prestige International. Inauguró el nuevo segmento con Classique, para mujeres. En 1995 lanzó Le Mâle, para hombres, que se convirtió en la más vendida en la Unión Europea.
- Aunque se despidió del diseño el 17 de enero de 2020, con un video en las redes sociales, sigue teniendo su propia marca de ropa y perfumes; su accionista mayoritario es la compañía española Puig. Por esta transacción ganó 30 millones de euros sólo por la firma del contrato.
Sin duda alguna, con 70 años cumplidos, podría decirse que Jean Paul Gaultier ha sido y es un cultor de la diversidad.